LA SUBIDA DE IMPUESTOS

La transgresión impositiva y las SICAVs

Angel Morillo Triviño

Castuera

A los ricos y poderosos y a los que tienen esos sueldos descomunales, caso de muchos políticos, casi que se les puede aplicar el famoso dicho: Lo que no puede ser, no puede ser y, además, es imposible . Pues a la hora de pagar impuestos, los indirectos son menudencias que les resbalan; y los directos son muy fáciles de esquivar o, sencillamente, no son.

El Gobierno, que, por una vez, tenía la decisión de sopesar los impuestos directos, se ha vuelto atrás y ha hecho bueno el dicho popular: El que dice lo que piensa, no piensa lo que dice .

La consecuencia está más que clara: Nada de recuperar el impuesto de Patrimonio o abortar uno nuevo para las grandes fortunas lo antes posible, tampoco revisar esas sociedades de inversión --¿de evasión?-- de capital variable (las ahora famosas SICAVs) o la ley de módulos que, según parece, da cobijo a una gran bolsa de fraude fiscal; y sí, por el contrario, trincarnos a los de siempre subiendo el IVA y eliminando (para todos) la deducción de los 400 euros con, además, la pobre excusa de que suben las rentas del capital 2 y 3 puntos.

Conviene saber, que, así como para las rentas de capital y del ahorro al igual que para las sociedades, SICAVs incluidas, hay mecanismos (bonificaciones, deducciones, etcétera) en el IRPF para corregir sus aportaciones al Erario, en el IVA y en la supresión de los 400 euros no. De ahí que la mayor parte de lo necesario para mantener la debacle --menos unos míseros 460 millones de euros-- saldrá del bolsillo de los que menos tienen.

Y hay que saber, se debe enterar todo el mundo, que las antedichas SICAVs , que dicho sea de paso, han estado escondidas al pueblo ¡24 años!, gozan del privilegio de no estar sometidas al control de Hacienda sino al de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), imagínense por qué; del de pagar sólo el 1% de los beneficios (8.000 millones de beneficio sólo han pagado 56 de impuestos en los últimos cinco años); del de no tener que pagar Actos Jurídicos Documentados (AJD) ni el 95% de lo referido a Transmisiones Patrimoniales ni, por supuesto, tributar por las plusvalías.

¡Qué país!, ¡qué democracia! y- ¡qué Gobiernos --sin contar la desdicha regional-- nos ha deparado!

´TURISMO SANITARIO´

Inmigrantes y extranjeros

Joaquín León Cáceres

Badajoz

Ha surgido cierta polémica con las declaraciones del expresidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra en relación a lo que se ha dado en llamar turismo sanitario , por otro lado, tema que es vox populi. El problema radica, quizá, en que los legisladores en este caso van por detrás de la realidad, realidad que habrá que abordar más pronto que tarde, partiendo desde mi punto de vista de unos mínimos asistenciales para los más necesitados.

Existe cierto confusionismo entre extranjero e inmigrante. Un extranjero es obvio que es aquel que no tiene nacionalidad española, y un inmigrante es un extranjero que viene a España a trabajar para intentar vivir dignamente, aportando con su trabajo al fondo de la Seguridad Social y al desarrollo de España. Por lo general, son personas jóvenes, que por edad utilizan con poca frecuencia los servicios sanitarios y a los que, además, tampoco les interesa estar enfermos porque la mayoría tienen contratos en precario. En cambio, un ciudadano extranjero, con permiso de residencia, viviendo principalmente en su segunda vivienda en las costas españolas, son en su mayoría jubilados de países europeos, que utilizan con más frecuencia --por edad-- los servicios sanitarios españoles y que, por supuesto, no han aportado nada a nuestra Seguridad Social, sino que lo aportó en su etapa laboral en sus países de origen. Actualmente, todos tienen derecho, pues los españoles acordamos en un momento socioeconómico distinto, hace más de tres décadas, que nuestra sanidad era universal, pero eso no significa que una sociedad madura como la nuestra, no se genere un debate entre todos los actores implicados, y si es posible, proponer un sistema sanitario más adecuado a la realidad actual.