POLITICA

El impuesto que viene

Emilio Jesús Martín

Correo electrónico

Ha ocurrido tal como me lo temía: la subida de impuestos nos la vamos a comer los de siempre, las clases medias: mileuristas y funcionarios congelados e incluso parados de larga y media duración. Y no es que mi intuición de viejo socialista --sabe más el diablo por viejo que por diablo-- sirviera para suponer que así pasaría, lo que sucede es que en este país las fuerzas vivas siguen tan vivas y robustas como siempre y una crisis como la que han provocado los más poderosos, los que están rodeados de asesores, los que dirigen la banca mundial, no va a ser resuelta por un presidente de gobierno afiliado a un partido de izquierdas ni mucho menos va a venir a poner las cosas en su sitio para que los que más tienen apechuguen en su justa medida, que para eso pueden. Con excepción del Ejército, que perdió su poder, a base de tener ministros civiles, la iglesia, la banca y los medios de comunicación continúan manipulando a los sucesivos gobiernos socialistas a base de una estrategia que la izquierda neoliberal jamás llegará a controlar dado que, consciente o inconscientemente, colabora con ella. Espero, al menos, que a los banqueros que alcancen la prejubilación a los cincuenta y tantos las medidas de ZP no les llegue a quitar el sueño y puedan pensar en su futuro con cierta tranquilidad, al fin y al cabo las subidas de impuestos que propone ZP, y su gente, son muchísimo menores a las bajadas que en su día aplicó este mismo gobierno, y gobiernos anteriores afines, a los sueldos desorbitados de los milloneuristas, y la subida del IVA es pecata minuta que compartirán con el resto de los españolitos de a pie. ¿No será acaso, dada una fiscalidad tan generosa con este sector, un nuevo efecto llamada de millonarios del mundo entero como si de un paraíso fiscal se tratara? ¡Ya me imaginaba yo que alguna vez tendrían que dar resultado tantos asesores!

Un hogar estable

Los malos tratos

Arturo Ramos

Correo electrónico

Frecuentemente nos llegan noticias de los niños maltratados tanto en el ambiente familiar como en otros ámbitos. En ocasiones habría que relacionar estos hechos con las nuevas formas familiares donde la madre convive con un hombre que no es el padre de los niños. Las patologías familiares se presentan hoy como modelos , todos respetables y teóricamente igual de válidos para hacer felices a los niños. Pero los trabajos experimentales demuestran que no todos los hogares son igualmente seguros para los niños. En un estudio de la Family Education, realizado en Gran Bretaña en 1993, se descubrió que la incidencia de malos tratos era 33 veces mayor cuando la madre convivía con un hombre sin parentesco con el niño. En Estados Unidos, otro estudio de la Heritage Foundation, de Washington, observó que los casos de malos tratos a los niños registrados en el Departamento de Salud y Servicios Humanos crecieron a lo largo de los años 80, a la vez que la aceptación social de la cohabitación sin matrimonio. Según los estudios anteriores, el ambiente más seguro para un niño es un hogar estable, en el que vive con sus dos padres biológicos.

QUEJAS DE LOS USUARIOS

Espera telefónica

Carlos Alcaine Pérez

Correo electrónico

Hace unos días quise hacer una consulta a la compañía telefónica Yacom, por lo que llamé a un número 902. Instantáneamente, saltó un contestador automático que me tuvo un total de 34 minutos a la espera (2,86 euros de coste). Justo antes de colgar, escuché una voz y pensé que había llegado el momento de realizar mi consulta. Mi sorpresa fue que se trataba de la conversación que mantenían dos teleoperadores de ese servicio en la que se sorprendían y mofaban de mi aguante en la espera. Al final realicé mi reclamación, y me dijeron que pasaban mi queja por la espera a otro departamento. Cuando pregunté, una semana después, me dijeron que la queja ya había sido atendida. Punto final. Señores de Yacom: su protocolo de atención al cliente, para según qué casos, es que el usuario se aburra y deje para otro momento su reclamación. Eso sí, pagando él.