Lectores

La verdad sobre

Aminetu Haidar

José. R. Rodríguez Berrocal

Cáceres

Hay que ver con que fácil virulencia viajan algunas lenguas sin conocer las cosas y en ese afán de aprovechar cualquier momento para ningunear al presidente del Gobierno y a todo lo que huela a socialista. Me estoy refiriendo a la ignorancia con la que se intenta echar la culpa de lo que está pasando con la señora Haidar, a la debilidad que tienen los gobernantes.

Estos son los hechos:. Mucho antes de que la mayoría de esas lenguas conociera de su existencia, Aminetu Haidar salió de un aeropuerto español con destino a El Aaiún, con toda la documentación en regla. Las autoridades marroquíes, por cuestiones exclusivamente políticas y en medio de un conflicto personal ya duradero que mantienen con ella, que incluso le ha costado años de cárcel, aprovecharon para no permitirle la llegada y devolverla, en función de acuerdos internacionales, al país que permitió su salida, utilizando además el momento para retenerle el pasaporte.

España, teniendo en cuenta su tarjeta de Residencia aún en vigor, le permitió la entrada ya que en caso contrario violaría esos acuerdos internacionales y la Ley de Extranjería, pero no puede permitirle la salida de nuevo ya que carece de pasaporte. Se inicia entonces un proceso de estancamiento, de no salida, de cerramiento marroquí absoluto y de intentos de negociación española de difícil solución.

España, que sabe que el proceso puede ser largo, ofrece entonces un nuevo Certificado de Residencia a la señora Haidar ya que el suyo expira en enero del 2010, para que pueda al menos seguir en este país. No le interesa.

Después le ofrece el acceso a un título de Viaje internacional que le pueda permitir volar a todos los países menos al que ha retirado su pasaporte. No le interesa.

Finalmente le ofrece, por razones humanitarias y de forma extraordinaria, obtener la nacionalidad española. La señora Haidar no acepta ninguna de las ofertas españolas.

El pasado 4 de diciembre España, para ejercer su derecho de retorno, puso a su disposición un avión medicalizado con destino a El Aaiún, pero Marruecos advirtió al Gobierno que no le autorizaba sobrevolar su espacio aéreo ni por supuesto aterrizar.

Así las cosas, el Gobierno español sigue negociando con Marruecos, Argelia, Frente Polisario, EEUU y la ONU, buscando una salida razonable a pesar de la tozudez de Marruecos y de la propia señora Haidar.

EL REFERENDO

INDEPENDENTISTA

Cada uno en su sitio

J. Oriol Magrinyà

Correo electrónico

Se puede estar a favor o en contra de la independencia. Se puede decir que las consultas no significan nada, y que un 30% de participación es irrisorio. Pero la gran virtud de este referendo es que ha puesto a cada uno en su sitio: a los que han despertado tarde y han ido corriendo a coger el tren; a la sociedad catalana, que ha dado un ejemplo de organización y madurez, y, sobre todo, a los ambiguos y manipuladores. Unos argumentan que 200.000 votos sobre 700.000 solo significan desinterés.

Otros, como ICV, hablan de baja participación. Y el gran prestidigitador, el PSC, sigue sin decir nada. Eso sí, su líder nos insta a combatir la "desafección" política, pero no le gusta que los catalanes digan lo que piensan. El 27% de los catalanes han votado sí a la independencia. En las elecciones del 2006, si algún partido se hubiera llevado el 27% del censo, ahora tendría más de 70 escaños. La independencia está más cerca.

Voluntad de la minoría

Antonio Romero Barrios

Correo electrónico

Se dice que quien calla, otorga, pero esto, al menos según los datos del domingo, demuestra que no siempre es así. La inmensa mayoría de los callados de dicha jornada, los que no votamos, expresamos con un significativo silencio la verdadera preocupación que nos inspira la actual situación de Cataluña. A los que somos catalanes y españoles, o viceversa, los que no sentimos subyugación alguna por pertenecer a España, nos inquieta que una minoría quiera imponer el único modo de defender dignidades, identidades y realidades, propósito que pasa por el secesionismo y una frontera.