EL DEBATE TAURINO

Por todos los animales

Diana Rodríguez Segura

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Soy catalana de nacimiento y de padres andaluces. Fui criada en un ambiente taurino desde que tengo uso de razón. Hace ocho años, me di cuenta de que si no quería que maltrataran a mi perro, tampoco quería que lo hiciesen con el resto de animales. Me hice vegana y empecé a luchar por los derechos de los animales. Estoy cansada de escuchar que esta iniciativa se hace porque es una fiesta española, eso no es verdad.

Quienes luchamos por los derechos de los animales lo hacemos tanto por un toro como por una vaca, por un perro o un gato. Cataluña siempre ha demostrado ser la comunidad más vanguardista en todo, inclusive en la protección de los animales. Se pide respeto para los aficionados a las corridas, pero, ¿dónde está su respeto hacia el ser vivo que siente, sufre y es torturado?

´No´ a la prohibición

Angel Serrano

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No me gustan los toros. Me aburren, y, además, me parece un espectáculo bochornoso. Pero estoy totalmente en desacuerdo en que con una ley se pretenda suprimir este espectáculo artístico. No es por ahí, señores, por donde hay que ir. A la gente no se la convence con leyes sino con educación. ¿Se acuerdan de lo de "prohibido prohibir"? Algunos de los que ahora son detractores seguramente lo gritaron en su momento. Si lo hacen porque lo consideran una fiesta española, están en un error. Ha habido toreros catalanes muy famosos, y en el sur de Francia existe una gran tradición taurina. Y, parece ser, que la plaza Monumental de Barcelona se llena de catalanes los días que hay corrida. Si es por lo bárbaro de este espectáculo, puedo estar de acuerdo con sus detractores, pero es convenciendo, no prohibiendo, la forma en que se deberían hacer las cosas. Piensen que las prohibiciones solo despiertan a nuevos adeptos.

CONFERENCIA AUTONOMICA

Presidentes de todos

Angela Rodríguez Rodríguez

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Leí en en el Periódico la crónica de la reunión de presidentes autonómicos. Ya veo el tipo de política que hacen los políticos, sean del partido que sean, y no me extraña que exista entre los ciudadanos la desafección de la que tanto se habla estos días. La política es intentar llegar al consenso, a través del diálogo, para el bien común. Pero con los intereses partidistas de unos y de otros no avanzamos. Son muchas las necesidades de acuerdo colectivo que tiene este país: pacto para la educación, para la sanidad, pacto antiterrorista y contra el desempleo. Pero después de ver lo acontecido en la conferencia de presidentes autonómicos, ¿qué podemos esperar? ¿No son los presidentes, ya sean autonómicos o del Gobierno central, presidentes de todos y cada uno de los ciudadanos, independientemente de lo que hayamos votado? Hasta que los políticos no entiendan que cuando ejercen el cargo dejan de representar a un partido para representar a todos los ciudadanos y defiendan los intereses comunes, seguiremos con esa desafección y, lo que es peor, con la sensación de impotencia. Creo en la democracia, pero cada vez menos en los políticos.