PERROS ABANDONADOS

¿De quién es ese galgocolor canela?

María Francisca Ruano

Cáceres

Acabada la temporada de caza mayor y menor, se cimbrean por pueblos y ciudades las caderas de toda clase de razas o mestizajes de perros. Abandonados. Miran, huelen, cruzan, dormitan, bostezan y se levantan y comienzan su marcha. ¿A dónde ir? ¿De dónde han llegado? Hacen kilómetros solos, sin correa ni microchip, avanzan y después retroceden por si se hubiesen ellos equivocado y, finalmente, pudieran o supieran recuperar la casa.

La casa de donde les echaron, la casa en la que decidieron prescindir de animales que utilizaron para recoger la perdiz roja, codorniz, liebre, conejo o venados coronados, carreras y premios que recibirían sonriendo de oreja a oreja cuando les fotografiaron, continúa aún caliente y tiene ventanas, balcones, huertos o jardines, incluso pájaros que cantan al amanecer, como los mirlos.

Las casas son de los hombres y en alguna de esas casas en el campo o mucho más cerca, dejaron en el más absoluto desamparo a ese galgo color canela.

REPERCUSIONES DE LA CRISIS

Sindicatos inservibles

Juan Campoy López

Correo electrónico

Estoy jubilado y he vivido muchos años en el extranjero; en Suecia, por ejemplo. En ese país es difícil que se produzcan huelgas y manifestaciones laborales. Pero es que en Suecia hay verdaderos sindicatos, no prepotentes, charlatanes y enchufados como los de aquí. En Suecia hay despido libre y no pasa nada, y los sindicatos ayudan al obrero y ayudan a la empresa. Cuando una empresa necesita trabajadores, los solicita a los sindicatos, y cuando los trabajadores están en el paro, el sindicato les paga un subsidio.

Por otro lado, el Gobierno tiene todas las necesidades básicas de los ciudadanos cubiertas. Es verdad que los impuestos son elevados, pero los contribuyentes saben en qué se gasta el dinero y se sienten atendidos y compensados.

El problema español reside en la ineptitud de los sindicatos, combinado con la mala calidad del obrero, siempre reclamando sus derechos, pero que olvida totalmente sus obligaciones. Bajas laborales falsas, baja productividad y trabajo de escasa calidad. Las empresas se cansan de estas situaciones y trasladan las sedes a países con trabajadores competentes. Desengañémonos, las empresas quieren ganar dinero y se hartan de soportar la soberbia, la estupidez y la ineficacia.

CRITICA A JOAQUIN REYES

Muchachada Nuise desinfla

Ignacio Caballero Botica

Correo electrónico

Soy de aquellos a los que nunca le convenció del todo el programa capitaneado por Joaquín Reyes.

Sin embargo, debo reconocer que había algunas partes del mismo que me resultaban realmente divertidas.

Tras unas declaraciones de Reyes quejándose por el baile horario al que era sometido el programa, se ha destapado una caída de audiencia considerable del mismo que le ha llevado a hacer las maletas camino de una cadena secundaria de la TDT.

Se me antojan un par de factores para este pinchazo: el primero el no haber aprovechado el momento álgido del programa en su segunda temporada para colocarlo en el prime time , manteniendo en dicho horario el infumable engendro Made in Alex de la Iglesia llamado Plutón Berbenero .

El segundo factor tiene más que ver con no haber corregido esas partes del programa que rebajaban su calidad y que, desde todos los puntos de vista, estaban hechas de cuatro porrazos. Lo que llevó a dejar viejuno el programa antes de tiempo.

LA PRECARIDAD LABORAL

Paridad de sexos

María Arroyo

Correo electrónico

Las mujeres somos uno de los colectivos más afectados por la crisis. El desempleo femenino se ha disparado, y, viendo los últimos datos, quizá hay que felicitar al Ministerio de Igualdad --que cuesta más de 100 millones al año y que nadie sabe a qué se dedica-- porque, por lo que respecta al paro, el Gobierno ha conseguido una total igualdad de sexos. Desde febrero, ya tenemos en España dos millones de paradas y dos millones de parados. Zapatero pasará a la historia como el primer presidente español que consiguió la igualdad de mujeres y hombres, eso sí, en la cola del paro. Un hito histórico para el movimiento feminista del que nos acordaremos muchas mujeres en las próximas elecciones.