LOS SIMBOLOS RELIGIOSOS
El ejemplo de EEUU
Richar M. McBride
Correo electrónico
En relación con la polémica sobre los crucifijos en los colegios públicos, creo en la necesidad de una total separación del Estado y la Iglesia. Incluso los presidentes estadounidenses conservadores Ronald Reagan y George Bush no querían clases de religión en las escuelas públicas. Sabían que iba en contra de la Constitución y que, en una sociedad tan multirreligiosa como la norteamericana, sería contraproducente dar preferencia a una religión. Se debería hacer aquí lo que siempre se ha hecho en las escuelas públicas de EEUU, donde ejercí de profesor: un minuto de silencio antes de empezar las clases para que cada alumno pueda practicar, o no, su religión.
LA REUNION DEL G-20
No más especulación
Jorge Baeza Beltrán
Correo electrónico
En la pasada reunión del G-20, el presidente Zapatero dijo que para la próxima cumbre habría que tener claros unos mecanismos para contener la especulación. Pero la especulación es consustancial al mercado financiero. Sin especulación no hay mercado, no hay liquidez y aumentan los riesgos económicos. Así que si se quiere evitar la especulación habrá que eliminar el mercado, y eso nadie parece defenderlo. Pero hay que descifrar lo que quiere decir Zapatero cuando pretende contener la especulación. Lo que quiere es evitar la sanción a su política económica, y eso no solo es cosa suya, es de la clase política en general. Todos los gobiernos han querido limitar la sanción de los mercados. Y el hecho de que los mercados sancionen a los políticos, a estos no les gusta. Que se vendan los bonos y se compren seguros de impago cuando el Gobierno gasta más de lo que ingresa y que los inversores se posicionen a la baja en España cuando nuestro nivel de endeudamiento bancario y empresarial es insostenible no le gusta a Zapatero. A esto el presidente lo llama especulación, pero es, simplemente, mercado y sancionar a quien hace las cosas mal.
LA SENTENCIA
DEL CONSTITUCIONAL
Estatut constitucional
Juan A. del Cerro León
Correo electrónico
Las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega y del president José Montilla respecto a la sentencia del Tribunal Constitucional causan vergüenza ajena. Se han empeñado en interpretar la sentencia en clave electoral: 90% a su favor y un 10% en contra del Partido Popular. Y eso no es así, señores. Se está o no se está. Un Estatut con el 10% de su contenido declarado inconstitucional supone un triunfo para los demandantes. El PP ha resultado ser el único garante de la constitucionalidad y de la legalidad para todos los españoles. Gracias al PP, el Estatut podrá ser, finalmente, aplicado por los catalanes en toda su legalidad. Todos deberíamos estarle agradecidos por ello. No cabe otra interpretación.
p El ruido de las nueces
Ignacio Caballero Botica
Correo electrónico
Tengo la sensación de que España es una potencia mundial en la fabricación de cortinas de humo; qué pena que estas factorías no creen empleo. Un claro ejemplo es el Estatut de Cataluña. Nacido de forma artificial, sirvió como coartada para la razón de ser de partidos políticos que viven de cabrear al personal. Dicho texto fue votado por una ínfima parte de la sociedad catalana; dato incómodo que los salvadores de patrias prefieren olvidar. Después, aparecieron los del PP en una cruzada a la que nadie les había llamado y en la que desplegaron todos los modelos de palos en las ruedas para que la cosa se emponzoñase todo lo posible. Convertidos en salvadores de otra patria, echaron leña a un fuego estéril que ha consumido papel, tinta, paciencia y estupidez colectiva a raudales. Tras la resolución del Tribunal Constitucional queda el epílogo: desfile de caras ofendidas, proclamas que rompen España y un sinfín de profecías que, de nuevo, el tiempo dejará en escasas nueces después de tanto ruido.