CIUDADANOS Y ANIMALES

Toros y raciocinio

Alejandro Tagliavini

Buenos Aires

De pequeño amaba la caza porque copiaba a mis mayores, que cazaban en el campo. La caza era parte del campo. Luego la dejé porque amo a los animales, sobre todo a los caballos, con los que disfruto mucho, y por esa razón nunca he ido a una corrida de toros ni creo que lo haga. Pero los catalanes, a quienes ahora su Gobierno obliga a no hacer corridas, ¿no tienen raciocinio para decidir por sí mismos? Parece que los políticos los han confundido con los animales.

¿MALTRATO ANIMAL?

La culpa la tiene Bambi

Ana Carmen Trujillano

Correo electrónico

Pere Navarro, el director de la DGT, al ser preguntado qué opina de la prohibición de las corridas de toros en su comunidad, ha dicho que: "es la gente joven la que ha creado un proceso natural de concienciación cultural en contra de todo lo que tenga que ver con el sufrimiento animal a causa de películas de Walt Disney como Bambi".

Yo soy joven, andaluza y no me gustan los toros, no he asistido a ninguna corrida, pero no dejo de reconocer y admirar el valor de los toreros. Yo les digo que al que no le guste haga como yo, que no vaya. Ahora, a lo que no encuentro sentido es que esos mismos grupos de políticos que quieren prohibir la muerte de los toros en la plaza, sean los mismos que han apoyado sin pestañear el dolor infligido a los fetos humanos, abocados a la muerte por la ley del aborto libre. El mensaje que me dejó Bambi, es el amor a la vida y no la prohibición de las corridas de toros.

TOROS Y POLITICA

Toreando a losciudadanos

Alberto Ríos

Correo electrónico

Se supone que los seres humanos somos racionales, aunque en ocasiones nos comportemos como animales. Y digo "se supone" porque, desde nuestro superior raciocinio, somos capaces de justificar el daño que se causa a un animal bajo el argumento cultural o el de la "fiesta nacional".

El Parlament ha aprobado prohibir las corridas y con esta aprobación volvemos a ser testigos de un nuevo brote de esa hipocresía y doble rasero que tan bien practica el PP y Rajoy. Al eterno aspirante a presidente del Gobierno, el que quiere incluir el "prohibido prohibir" en su programa electoral, esto de que una comunidad autónoma prohíba lo que se permite en otras no le parece normal. Sí le parece normal, en cambio, que su partido hubiese propuesto y aprobado prohibir las corridas de toros en Canarias, allá por el año 1991. Ya se sabe: las islas afortunadas no son Cataluña, electoralmente hablando. No estaría de más que algún día los políticos incluyesen, en sus programas electorales, "prohibido torear a los ciudadanos". Ganaríamos todos.

LA PROHIBICION

Toros y culura

Manuel Cañedo Gago

Correo electrónico

Algunos miembros del PP se han apresurado a defender la "fiesta" con el mismo argumento: "el que no quiera que no vaya a la plaza". Otros diputados, con el fin de cerrar un camino abierto desde hace tiempo por la mayoría de la sociedad española, aducen razones de índole cultural: los grabados de Goya, los frescos de Zuloaga, algunos poemas de la Generación del 27 o los pasodobles taurinos. Tratar de exponer estos razonamientos es intentar confundir a la opinión pública, afrontando el debate desde la periferia del mismo para ofrecer al ciudadano sólo la cáscara de lo que debería ser el contenido real: la tortura y muerte de un ser vivo.

RAZA QUE SE EXTINGUE

Reses bravas libres

Juan Diego Escartín

Correo electrónico

El toro bravo ha existido siempre en todo el continente europeo desde hace siglos. Pero hoy solo hay toros donde se celebran corridas: España, Portugal y el sur de Francia. En el resto de Europa fue erradicado por ser un animal peligroso y económicamente improductivo. Tras la prohibición en Cataluña, ¿que les puede pasar a esa masa de reses bravas que hay en nuestros campos? Me temo que con la desaparición de las corridas haremos desaparecer al toro bravo.