UN ORGULLO

Humanizar el mundodel enfermo

Antonio Floriano Corbacho

Cáceres

Hoy me he autoinvitado y he ido a comer con uno de mis enfermos, lleva años sin salir del domicilio por una depresión profunda. Su mujer y su hijos le cuidan muy bien, él sigue viviendo por ellos y por los que vienen. Su hija pronto le dará su primer nieto. Hacía años que no me comía unas lentejas y unos huevos rebozados con tomate tan ricos, el vino me supo a gloria. Luego, la sandía y el café cortado.Desde que salí de esa casa he salido con mucha paz y alegría. Estoy orgulloso de ser profesional sanitario cristiano y poder humanizar el mundo del enfermo y su familia.

LA HUELGA DEL 29-S

Huelga del lenguaje

Carlos L. Ruiz Alcaide

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La pasada huelga del 29-S, más que laboral, ha sido una huelga del lenguaje , y esa sí que ha sido un completo éxito. En efecto, no solo el lenguaje académico, sino el medianamente correcto o educado ha estado completamente de huelga entre los sindicatos. En días previos, un dirigente sindicalista asturiano, con claros aires de filólogo, denominó a los piquetes informativos con otra palabra más propia de sus funciones. Como hubiera sido un craso error llamarlos coercitivos o coactivos, que es como son conocidos por todos los españoles, este insigne lingüista los denominó "convencitivos". ¡Si no fuera porque esa palabra no existe, este señor debería entrar a formar parte de la Academia de la Lengua de forma inmediata, y ocupar el sillón que le dé la gana! Ya a bastante distancia de ese docto e innovador lenguaje, otros dirigentes sindicales madrileños han dirigido durante varios días a Esperanza Aguirre un variado repertorio de los más selectos insultos, quizás ignorando que la reforma laboral, contra la que van, no la ha impuesto ella. ¡Un despiste lo tiene cualquiera! De igual forma, un grupo de esos piquetes convencitivos , se plantaron con sus convencimientos delante de la sede del PP en la calle Génova. Es evidente que se equivocaron de calle y de partido, pues el PSOE, impulsor de la reforma contra la que van, tiene su sede en Ferraz.

La cultura sindicalista

Rafael Millán Merayo

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Aparte la oportunidad o no de la huelga pasada, existen otros aspectos sobre los que me parecen interesantes reflexionar; me refiero a la aparición de pintadas en las fachadas, sin importar el lugar: ya sean casas particulares, colegios (¡qué bonito ejemplo para los escolares!) o monumentos nacionales. Todos esos lugares les han parecido buenos a nuestros sindicalistas para que con nocturnidad (no se atreven de día ni a afrentarse a sí mismos) hayan aparecido pintadas animando a la huelga, sin que hayan faltado amenazas. Sin embargo, aún pueden lavar su imagen; imagino --ya sé que es mucho imaginar-- que el mismo día 30, esos mismos que han hecho las pintadas comenzarán a limpiarlas con ahínco y a su coste; no creo que los sindicatos quieran que corra a cargo del bolsillo de los ciudadanos particulares (a quienes dicen defender en sus intereses) o que el ayuntamiento haga esa labor (costo que recaería igualmente sobre los ciudadanos). ¡Ea! pues, campeones, ¡manos a la obra!

A la japonesa

Antonio Pujol Armenteros

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Hay un tipo de huelga llamada a la japonesa, que significa trabajar ininterrumpidamente durante el periodo de tiempo que se quiere protestar contra la empresa. La huelga que necesitábamos el 29-S era a la japonesa: trabajar más para que aumente la productividad y que la empresa sea más rentable; así hay mayores probabilidades de empleo.