EL RESCATE DE LOS MINEROS

Treinta y tres días después

Ignacio Caballero Botica

Correo electrónico

¿Quién dijo que los mineros chilenos no saldrían hasta diciembre? Todo parece indicar que fueron expertos los que realizaron dicha elucubración. Sin embargo, al ver que el rescate se produce en la mitad de tiempo de lo anunciado, no me queda más remedio que pensar que todo pertenece a una campaña de imagen al más puro estilo de El Gran Carnaval, para convertir en heroicidad lo que no es más que el rescate forzado por un accidente producido debido a las precarias condiciones de trabajo de las víctimas. Por eso, cuando veo al ministro de la Minería chileno sacando pecho, no puedo dejar de pensar en su cara y en su vergüenza... y en cómo no se le cae la primera a causa de la segunda.

Desatención

Alejandro Prieto

Correo electrónico

Parece ser que, cuando el deseado y esperado rescate de los 33 trabajadores atrapados en una mina chilena sea una realidad, algunas empresas u organizaciones privadas tienen previsto ofrecerles dádivas e invitaciones que contribuyan a mitigar o compensar la desgracia padecida. Independientemente de los intereses u oportunidades colaterales que pudieran esperarse con estas acciones, cualquier ayuda económica será bien recibida, pues las noticias que llegan también informan sobre las protestas llevadas a cabo en las calles por el resto de la plantilla de la compañía minera debido al impago de sus nóminas.

Ante la insensibilidad y desatención mostrada por los propietarios de la mina, no estaría mal que las muestras de generosidad o altruismo alcanzaran a todos sus compañeros, ya que, al fin y al cabo, podrían haber sido ellos los encerrados bajo tierra.

BARREDA Y ZAPATERO

Sostenella ysí enmendalla

Manuel Garacía García

Zafra

En contraste con los estilos y actuaciones de quienes ejercen algún poder en la sociedad, el presidente de la Comunidad de Castilla-La Mancha, José M Barreda, a través de sus declaraciones recientes en Onda Cero, ha practicado el más difícil todavía , con su manifestación crítica hacia su jefe político, Rodríguez Zapatero. Con el rigor de su experiencia política y convencido ha dicho: "O cambiamos de rumbo, o vamos a una catástrofe electoral". Del mismo modo, critica las formas y la ausencia de una pedagogía política.

Sin entrar en juicios de valor de si, estos agrios comentarios hacia los suyos tienen el marchamo de la absoluta realidad que se observa en el panorama político, o son el trasfondo de prepararse el terreno para un éxito electoral en las elecciones del próximo mayo, lo que sí es desacertado es la reacción de enmienda adoptada de inmediato.

El golpe de riendas (perrillazo en mi tierra), practicado por sus jefes de Ferraz, le ha llevado a la ridícula postura de enmendar lo declarado. "He estado desacertado", ha dicho. Nos queda pues la duda de si estas declaraciones son fruto de un acto de total contrición o, por el contrario, los dictados de su razón le dicen que su postura sea de sostenella. Imagínense lo que puede ser la campaña electoral próxima en su autonomía con la presencia de Zapatero. En el diminuto espacio entre sus cuerpos y manos enlazadas, se instalará en sentido figurado el burladero, refugio entre quien se está defendiendo en la arena y el resto de la cuadrilla a salvo de posibles cornadas.

PRIMARIAS EN MADRID

Zapatero tambiénse equivoca

Sara Gutiérrez Balsa

Correo electrónico

Día tres y en los medios solamente tres: Tomás , Trinidad y Zapatero. Pero al presidente se le olvidó que el domingo jugaban cuatro. Ellos tres y su grupo de militantes, los que en realidad decidían. Sin embargo la apuesta que Zapatero había presentado como buenísima, para su grupo fue buena . Esta acción dejó ver que Zapatero no lleva siempre la razón y ese día estuvo su partido para recordárselo. La democracia interna que se pretendió vender días antes de las elecciones y una aparente unión, se transformó en una rebelión interna aunque algunos intentaron seguir aparentando la unidad. En conclusión, la estrella de Zapatero se ha estrellado contra él y no sin consecuencias, aparentes unas, otras que aún no han salido a la superficie.