FALTA DE APOYO

Contador y el alcaldede Barcarrota

Francisco J. Pérez González

Barcarrota

El que esto firma tuvo la suerte hace unos años, junto a unos amigos, de homenajear, en nombre de toda Barcarrota, hasta en dos ocasiones al entonces desconocido ciclista Alberto Contador. He dejado pasar un prudencial tiempo en espera de que el alcalde actual de Barcarrota dé la cara y apoye los argumentos del ciclista de origen barcarroteño que ahora no pasa precisamente por sus mejores momentos. Cuando nuestro primer edil pudo hacerse la foto, sumándose a caballo ganador, nunca puso reparo. Amigo, hay que estar a las duras y a las maduras. Alberto, yo sí te deseo que tengas mucha suerte. No represento a nadie pero ya que nadie me representa en este caso, así sea.

LA EDAD DE JUBILACION

¿Por qué 67?

Diego Gómez Palacios

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¡Dale que te pego con los 67! Es mi edad. Magnífica edad para ser enseñante de los que no se estresan, funcionario de los que tampoco, investigador cuerdo, director de museo...; chupatintas de alto, medio o bajo copete; cura, obispo, comentarista político, crítico de fútbol, cine o teatro; artista en cualquiera de sus facetas, etcétera.

Pero, ¿te imaginas un ferrallista, encofrador, estructurista, enfoscador de monocapa en fachadas..., con 60 o más años a cuestas, trabajando a nivel de décima planta, aún con todas sus medidas de protección .

¿Te imaginas a cualquiera de estos carrozas podando pinos o eucaliptos? ¿Por qué no perfilando zanjas, echando soleras o colocando ferralla, aún en cota cero, en primavera y verano, de Madrid pabajo ?

¡Por Dios! Va a resultar que los españoles somos más cuadriculados que nadie (entiéndase los españoles politiqueros y sindicaleros ).

La edad de jubilación debe tener una flexibilidad de 15 o 20 años, en función de las condiciones físicas y psíquicas del trabajador y características de su trabajo. ¡Eso sí!, seguimos prejubilando a personas con más de diez años de vida útil para el trabajo, costando una pasta y potenciando el mercado de trabajo en negro o el parasitismo.

EL PP Y LA CRISPACION

Nerón y la chamusquina

Ignacio Caballero Botica

Correo electrónico

Hace tan solo unas semanas, el señor González Pons hablaba satisfecho de que la prescripción de tres delitos del señor Fabra eran una demostración de que había triunfado la presunción de inocencia. Perpejlidad, divino tesoro. Con tal idea de la justicia, ahora que se ha producido una agresión física al consejero murciano de cultura Pedro Alberto Cruz y cuando todavía no ha concluido la investigación, ha faltado poco para que los populares salgan en tromba y acusen sin pestañear al Gobierno de nuestro país en una espiral que pisotea los más elementales criterios de cordura y lealtad política. Partiendo de la base de que el ministro del Interior no es responsable ni capaz de evitar los delitos que puedan cometer los ciudadanos, sería interesante saber los motivos por los que Murcia vive sumida en una crispación que ha desembocado en un hecho injustificable, y que quizá puedan explicar la descerebrada actitud de los populares de tirar a todo lo que se mueve tejiendo su enésima cortina de humo. En todo caso la credibilidad de aquellos que explotan esta agresión de forma deleznable, cae destrozada por su inestimable colaboración a la crispación general: la peineta de Aznar a unos estudiantes, su apología del alcohol al volante, el orgulloso alcalde de Valladolid que asegura que sus felaciones imaginarias le darán votos o la "conversación íntima" en la que Esperanza Aguirre llamó "hijo de puta" a un adversario político. Está Nerón como para culpar a otros de que huele a chamusquina.

COMUNICACION

Fe de errores

En la información publicada en la página 8 de la edición de ayer, cuyo título era "Cuando la edad de jubilación no es un problema", se deslizó un error sobre los expresidentes extremeños. En la información se decía que tienen derecho a recibir una pensión permanente que corresponde al 60% del sueldo que tenían como presidentes, cuando en realidad a lo que tienen derecho es a que se les complemente la pensión en el caso de que no llegue al 60% de lo que cobraban cuando ostentaban el cargo.