FUTURO ENERGETICO

¿Centrales nucleares? Sí

Francisco J. Peñalver Ríos

Zafra

Estamos asistiendo a la tragedia uclear que se está desarrollando en japón. Ciertamente es un desastre de consecuencias incalculables que puede terminar fatal. la decisión de si deben existir o no las centrales nucleares nos corresponde a nosotros, que somos los que habitamos este planeta y a nuestros gobiernos.

La decisión más fácil es cerrar todas las centrales nucleares del mundo pero la sociedad acutal demanda una cantidad de energía descomunal que con todas las otras fuentes de energía no conseguiríamos abastecer ni mucho menos, y en el caso de erradicar la fuente de energía no conseguriámos abastecer ni mucho menos, y en el caso de erradicar la fuente nuclear el coste de la energía sería tal que solo una mínima parte de la sociedad podría costearsela adecuadamente.

Ahí está el dilema, señores, esto es como una partida de pocker, hay que jugársela. Es un ser o no ser. Es malvivir sin riesgos o jugártela para que la mayoría del mundo lleve una vida placentera.

Yo, voto no sin ciertos reparos a mi pesar que en la balanza de mi conciencai por pco margen gana el riesgo y me decanto por el , eso si extrmeando hasta el infinito las precauciones. Pro como ustedes ya saben el infinito no termina nunca, aunque se acerque y no nos puede dar una seguridad total.

SEMBRADORES DE VIENTOS

No a los ataquesa la religión

José Gordón Márquez

Azuaga

Vivir en un régimen democrático no debe darnos pie, aunque haya libertad de expresión, para arremeter contra los que no tienen nuestras mismas ideas. En este laicismo radical e implacable, es frecuente embestir contra los sentimientos religiosos. Se llega a perder el propio sentido de lo que nos rodea. Constantemente se está atacando a la Iglesia con hechos ofensivos por personas incultas o con muchos títulos, lo mismo da, poniendo de pantalla al Vaticano, como ocurrió el 10 de marzo en la capilla Somosaguas de la Universidad Complutense de Madrid, donde algunas muchachas se desnudaron de cintura para arriba, en torno al altar con manifestaciones de lesbianismo.

Lo último, en Medina del Campo. Un escultor zamorano de cuyo nombre no quiero acordarme, ha esculpido una escultura de Cristo en brazos de la muerte como Dios lo trajo al mundo, completamente desnudo, y así se exhibirá en el museo; aunque en la procesión llevará colocado el paño de pureza que siglos ha le puso la piedad cristiana. Cada uno lo verá con diferente prisma, pero no deja de ser una ignominia por mucho arte que sea. ¿Se atreverían con otras religiones?

No soy de la opinión de aquel cura que un día al pasar por una iglesia vio en la fachada unas frases y dibujos insultantes al clero, y me dijo: "Dejémosles que pinten, es señal de que les importamos". No; ciertas cosas no deben permitirse. Y puede ser que algún día, estos sembradores de vientos, recojan tempestades .

LOS NIÑOS Y LOS JUEGOS

Ensuciarse la ropa

Alejandro Prieto

Correo electrónico

Hasta hace pocos años buena parte de nuestro tiempo libre lo pasábamos en los parques infantiles a los que acudíamos con el objetivo de que nuestra hija se relacionara, corriera y desfogara junto a otros niños, pues siempre creímos que era algo adecuado y conveniente para su desarrollo y felicidad y, además, tenía unos beneficios colaterales apreciables, ya que el cansancio o agotamiento del día incrementaba sustancialmente las posibilidades de tener una noche más tranquila o apacible. Dado que la mayor parte de los hogares disponen de tan útil electrodoméstico como es la lavadora, y que la infancia es efímera y no recuperable, cuesta entender las actitudes que inhiben o limitan el juego y esparcimiento de los pequeños bajo el pretexto de evitar que ensucien la ropa. Salvo en contadas ocasiones, si los niños vuelven a casa hechos un pincel, ¿es un síntoma de haber disfrutado lo suficiente?