REPERCUSIONES DE LA CRISIS

Silencio en la calle

Jerónimo da Silva

Correo electrónico

Hay más de cuatro millones de parados, y las calles están en silencio. Una dirigente de izquierdas, que cobra un salario que es el triple del de un obrero, quiere prohibir los vehículos de más de 10 años, y las calles están en silencio. Un presidente del Gobierno, socialista, culpa de la inmovilidad financiera al ciudadano de a pie porque es demasiado ahorrador, y las calles están en silencio.

Ahora Zapatero le pasa el muerto a quien le suceda, aunque su marcha va acompañada de un sueldo vitalicio; si tuviera un poco de dignidad, renunciaría y seguiría trabajando en la empresa privada hasta los 67 años. Las calles seguirán en silencio. Fútbol y festejos son las únicas motivaciones para salir. Tenemos lo que merecemos, por cobardes.

HIPOCRESIA PARTIDISTA

Sin tregua ni respiro

Antonio M Olivas Salguero

Mérida

Cuando era niño, y de eso hace muchos años, recuerdo al padre Rodríguez dirigiendo los rosarios de la aurora por las calles de Mérida. ¡Era impresionante! Había que salvar del pecado a todo el mundo.

Yo soy católico (no meapilas) y cuando recuerdo esas historias no sé si reír o llorar.

Pero el pasado día 9, algunos se pasaron siete pueblos en la marcha convocada en Madrid por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT). Esta asociación, de la que me siento solidario, debía separar conceptos y personas para no equivocar al pueblo.

He visto en la prensa los personajes del PP (Cospedal, Gallardón, Ana Botella, Pons, Trillo, Mayor Oreja, etcétera) que marchaban en la cabecera de esa manifestación, con símbolos fascistas, banderas anticonstitucionales y pancartas con insultos y frases hirientes dirigidas a Zapatero y su Gobierno. Se veía cuál era el objetivo. ¡Ah, se me olvidaba! También iba en la manifestación una mujer mayor portando un gran crucifijo como estandarte. Y me pregunto ¿para qué?

Todos los que han sufrido la lacra del terrorismo son víctimas, y no se puede aceptar que por apetencias políticas y personales se juegue con el dolor de las personas, y se quiera aprovechar de ellas.

Yo por lo menos, no acepto esa hipocresía partidista.

MATRIMONIO

Los derechos delos padres separados

José J. Sanz Valencia

Correo electrónico

Soy padre separado, lo que equivale a decir en este país que no tengo derechos. De esta forma tan simple, la madre obtiene beneficios: aleja al padre de sus hijos, con lo que lleva a caba la inculcación maliciosa de su objetivo último (síndrome de alienación parental): anular al padre, convirtiéndolo en un pagador de fin de mes, quedarse con la casa (puesto que tiene la custodia de los hijos); consigue sacarle la pensión de alimentos y si no trabaja (¿para qué va a trabajar?) encima le saca la pensión compensatoria. Con esta forma de impartir justicia aumentará la violencia porque habrá más padres desesperados que no ven a sus hijos y endeudados porque tienen que pagar dos pensiones y su propio sustento, mientras la madre se escapa de rositas. Si se demuestra en el juicio que no hubo maltrato, da igual. Los niños malcrecerán sin el apoyo, cariño y referente de su padre con todas las consecuencias que ello comporta. Reflexione señor Zapatero, usted también es padre.