Desde las líneas que me ofrece el Periódico quiero transmitir mi aplauso y admiración a todos aquellos españoles que se han movilizado participando en manifestaciones contra la pobreza. Pese a que muchos pueden pensar que una movilización no cambiará la pésima situación global, lo cierto es que este tipo de campañas llegan al corazón de los ciudadanos y muestran a los políticos del mundo unas reivindicaciones que, pese a ser aprobadas por la ONU, pocas son las naciones (entre ellas no está España) que se dignan seguir los pasos marcados por los Objetivos de Desarrollo del Milenio . Las diferencias entre los mal llamados primer, segundo y tercer mundo cada año que pasa, se evidencian más. En 2015, la pobreza y el hambre no estarán erradicadas, sino todo lo contrario. Actualmente medio mundo vive bajo el umbral de pobreza y gobiernos de talante como el español no hacen absolutamente nada por limar estadísticas.

Hoy en día, muchos son los niños que carecen de escolarización; muchas, por no decir la mayoría del mundo no europeo , son las mujeres que viven en sociedades no igualitarias y que sufren maltratos y vejaciones muchas veces amparados en falsas interpretaciones ideológicas y religiosas.

En el tiempo que leen ustedes estas líneas, miles de niños mueren en el mundo por enfermedades infecciosas, que por ahora no detienen su expansión. En Africa aún son muchas las epidemias que necesitan de la medicina magistral occidental más inversiones en paludismo o SIDA, por no citar las víctimas de aguas insalubres.

Por todos estos motivos, creo que la movilización de todos los sectores es necesaria para transmitir a los gobiernos nuestra inquietud por tales estadísticas. También, es fundamental que las reivindicaciones no se centren en un día, sino que la concienciación dure todos los días del año.

En definitiva, enhorabuena a todos aquellos que trabajáis por un mundo más justo.

César Rina Simón **

Cáceres