El Tribunal Constitucional, como otras instituciones españolas, no pasa por su mejor momento en lo que se refiere al prestigio y la confianza que debe inspirar a los ciudadanos. Esos problemas nacen de la manipulación de que fue objeto por el Partido Popular cuando estaba en la oposición de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero . Aunque la ley marcaba que la mayoría de los componentes del Tribunal Constitucional debían ser designados por la mayoría parlamentaria, los populares bloquearon su renovación hasta conseguir su control o, como mínimo, su paralización. El fallo del alto tribunal, con una legitimidad ya muy cuestionada, sobre el recurso del Partido Popular contra el Estatuto catalán marcó un antes y un después. Previamente, el Partido Popular había conseguido la recusación para este asunto del magistrado Pablo Pérez Tremps por haber escrito un artículo sobre temas relacionados con el nuevo Estatuto catalán.

Con esos antecedentes, los once miembros del tribunal se pronunciaron ayer sobre la recusación presentada por la Generalitat y por el Parlamento catalán contra el actual presidente, el magistrado Francisco Pérez de los Cobos . Sus pronunciamientos públicos sobre las relaciones Cataluña-España y sobre el Estatuto catalán le habrían invalidado para participar en el estudio de los 26 recursos cruzados entre el Govern y el Estado. La mayoría de los magistrados --nueve, frente a los dos votos particulares-- creen que su presidente no está contaminado, que tiene derecho a tener ideología y a opinar. Doctrina opuesta a la que se aplicó a Pérez Tremps , lo que revela la existencia de dos varas de medir, o de una ley del embudo, en el alto tribunal.

El Partido Popular siempre se ha movido bien en el mundo de la judicatura, pero ahora ha llevado las cosas demasiado lejos. El presidente del Constitucional no solo ha opinado --en un sentido u otro, tanto da-- sobre asuntos que ahora tiene que resolver, sino que fue militante del PP cuando ya formaba parte del Tribunal Constitucional y no lo dijo en el Congreso; es además autor intelectual de buena parte de la reforma laboral de Fátima Báñez , que pronto llegará a su mesa recurrida por los sindicatos; y los gobiernos de Andalucía y Asturias también lo recusarán. Como ha dicho el representante del Foro Jurídico Independiente, el voto de Pérez de los Cobos en la presidencia del TC ha perdido credibilidad "porque su militancia lo ha anticipado".