WAwyer, el día en el que Sanidad hizo públicos los datos sobre las cifras del cáncer en España, la ministra Elena Salgado recordaba que la primera asignatura para combatir el cáncer es la lucha contra el tabaquismo. España tiene ya ultimado un texto que entrará en vigor en el 2006 y que ha despertado malestar en algunos sectores. En la futura ley prevalece la protección de los no fumadores frente a los fumadores, y la ayuda a éstos últimos para que logren dejar ese hábito. Pero hasta ese momento, hasta que el otrora seductor humo del tabaco deje de ser un vicio, son necesarios inevitables cambios en los hábitos de consumo que afectan a sectores como la restauración y la hostelería. Las multas por desobedecer la ley oscilan entre 30 y 600.000 euros, lo que ya ha obligado a muchos empresarios a intentar adaptar sus establecimientos, pero también a advertir de las consecuencias del nuevo texto normativo. Sólo en la capital cacereña, más de 150 locales estarían obligados a tener que hacer reformas para habilitar zonas de fumadores. La hostelería ya ha alertado de importantes pérdidas y los dueños de discotecas aseguran que no podrán cumplir la norma y reservar un 10 % de sus salas para fumadores. A cuatro meses vista de su entrada en vigor, la situación está que echa humo.