WEw xtremadura se encuentra ya, oficialmente, libre de lengua azul, el último azote de la cabaña ovina, que desde septiembre pasado ha matado a alrededor de 50.000 ovejas. El mosquito que transmite la enfermedad muere cuando hace frío y esa es la razón de que se haya erradicado la epidemia. Una epidemia que cogió a la región con las defensas bajas: hay que recordar, en este sentido, que días antes de que se declarase el primer foco en el sur de Badajoz, ya había noticias preocupantes de la lengua azul en explotaciones andaluzas; también en esos primeros momentos se dejó notar una falta de diligencia en la transmisión de la información sobre el alcance de la enfermedad. ]Después, sin embargo, el Gobierno regional ha estado diligente: tomó las preceptivas medidas de inmovilización del ganado, negoció con el Gobierno central ayudas compensatorias --los ganaderos extremeños serán los primeros en cobrarlas-- y puso en marcha un programa de profilaxis masivo en cuanto se tuvo preparada la vacuna (no estaba con anterioridad porque el serotipo era nuevo). Queda ahora, sin embargo, un camino por recorrer: que los ganaderos cobren las subvenciones y, sobre todo, que la vacunación alcance a las 4,5 millones de ovejas de la región --hasta ahora hay vacunadas 1,2 millones--para que cuando llegue la primavera, y con ella los primeros calores en que se puede desarrollar el mosquito y, por tanto, transmitir el mal, toda la cabaña esté a salvo de este nuevo brote. El ritmo de vacunación hace pensar que los servicios veterinarios de la Junta podrán llegar a tiempo.