WEwl Bar§a ganó el miércoles la Liga por segundo año consecutivo, aunque desde hace semanas ya cabía considerarle campeón virtual, sin temor a que otro equipo pudiera discutirle el título. Los jugadores de Rijkaard han puesto punto final al campeonato en Vigo, la primera vez que solo dependía de ellos hacerlo, y a partir de ahora podrán centrar exclusivamente su trabajo cara al gran desafío de la temporada: la final de la Champions, en París, el 17 de mayo, frente al Arsenal. Puede que la comodidad con que el Bar§a se ha impuesto a sus adversarios españoles haya rebajado psicológicamente el valor y la importancia de la obtención de esta Liga. Pero todos, sin excepción, empezando por sus rivales, y en mayor medida incluso que la temporada anterior, coinciden en que el Bar§a y su juego de alta escuela son una cosa y el resto de equipos, otra. Incluso cuando las lesiones, como la de Xavi , y el cansancio han hecho mella en el grupo. Las imágenes de televisión difundidas hasta la saciedad en las que los espectadores del Bernabéu aplaudían a Ronaldinho resumen mejor que ningún análisis pormenorizado esa superioridad inapelable. Como decía la prensa deportiva: Gana el fútbol y pierde el márketing.