La Liga ha acabado con una hazaña del Barça: haber igualado la cifra de 100 puntos que el Madrid consiguió la temporada anterior, un récord que corona un ejercicio magnífico que, al mismo tiempo, se despide de forma agridulce, con el recuerdo aún presente de la eliminación en la Champions a mano del Bayern Múnich y con el adiós, por motivos distintos, de dos símbolos culés: Abidal y Valdés . Pero hoy se abre otra etapa. La llegada a Barcelona de Neymar y su presentación (que se prevé multitudinaria) en el Camp Nou representan en cierta medida la visualización de un cambio de época. Lo cierto es que, a pesar de la Liga, se ha impuesto en el entorno barcelonista una cierta necesidad de renovación después de un año muy extraño en el que el Barça ha perdido el halo hegemónico que le acompañaba desde el 2009. De alguna manera, después de casi tres años y tras la marcha de Guardiola, ahora se inicia de facto el proyecto Rossell, y el fichaje de una figura como Neymar así lo certifica.