Los trabajadores celebran hoy el Día Internacional del Trabajo. Sin embargo, la mayoría no conocen por qué se eligió ese día para reconocer la labor diaria que cada uno de ellos desempeña en el entramado socio-económico mundial. La explotación y el abuso de los obreros que empezó a tener lugar tras la revolución industrial fue el detonante de la aparición de distintas organizaciones que comenzaron a velar por la salud y las condiciones laborales de los trabajadores. La excesiva jornada que debían de cumplir éstos provocó que en Chicago, la Unión Central Obrera de la ciudad convocara el 1 de mayo de 1886 a sus agremiados a una huelga general para exigir una jornada laboral de ocho horas diarias. La respuesta fue impresionante. El movimiento obrero, que prosiguió al día siguiente, hizo que surgieran algunas fricciones entre trabajadores y policía local. La fuerza pública cargó contra ellos con armas de fuego, hecho que dejó como resultado numerosos heridos y varios muertos. El valor de los trabajadores de Chicago produjo que los obreros de todo el mundo tomaran para sí esa fecha como Día del Trabajo.

Cierto es que casi 120 años después el panorama ha dado un giro muy importante. Se han creado organismos internacionales que tienen como fin la regulación del trabajo y la defensa de los trabajadores. Muchos sindicatos nacieron con esa misma intención. El Sindicato de Enfermería, como no podía ser menos, también lucha para conseguir un futuro mejor para esta profesión.

A pesar de todos los avances y éxitos alcanzados por los trabajadores, la propia evolución de la sociedad y las responsabilidades implícitas que conlleva el desempeño de las funciones de cada profesión ha ido creando nuevos peligros que acechan la salud de los trabajadores. Actualmente, enfermedades emergentes como el estrés, el burn out o las consecuencias derivadas del mobbing (acoso psicológico en el trabajo) están afectando a gran parte de la población activa, sin que las autoridades dispongan de soluciones para ello.

La Enfermería está siendo una de las grandes víctimas de esta situación. La precariedad laboral, las descomunales cargas de trabajo que deben soportar los profesionales del sector provocadas por el aumento de la demanda social y la nula incorporación de recursos humanos o las pésimas condiciones de trabajo en las que se desenvuelven, entre otros factores, son las principales causas de la degradación de la salud de los profesionales de Enfermería.