TCtuando la oscuridad de la dictadura se iba rompiendo, con la agonía de Franco , un grupo de artistas, recorrían los pueblos y ciudades de nuestra tierra como precursores de la democracia y de la libertad. Fueron los años centrales de la década de los 70 y todo era esperanzas, generosidad y creciente alegría. Luego, tras morir el general y su régimen, se acentuaban la presencia del arte y la cultura arrinconados durante 40 años de coacciones. Recuerdo con cariño la primera editorial que por entonces creamos desde la iniciativa ciudadana: Esquina Viva . A finales de los años setenta y primeros ochenta, llenó un vacío con publicaciones que se sustentaban con suscripciones populares y venta demandada en librerías y puestos callejeros.

Después, asentada democracia e instituciones, apareció una novedosa generación: artistas como el perro de Paulov, babeante cuando sonaba la campana anunciadora de comida: escribieron, pintaban, actuaron, si se atisbaba subvención porque tras ello viene la vida regalada. Los escondidos cuando los tiempos difíciles han sido --¿son?-- cazasubvenciones que en gran parte ocuparon el escenario artístico y cultural. ¡Así es la vida tantas veces, ocupada a codazos por los vivos de siempre!

*Historiador y concejal socialistaen el Ayuntamiento de Badajoz