TCtuando nuestro astronauta Pedro Duque subió al espacio, al ser preguntado por qué es lo que más le había sorprendido de su viaje, su enigmática respuesta fue: "dónde estaban las cosas". Entonces ya escribí diciendo que a mí, en la Tierra, lo que me sorprendía no era dónde estaban las cosas sino cómo estaban. Seguíamos con nuestras guerras, nuestra falta de entendimiento entre las naciones y sin resolver el hambre, la inmigración y las enfermedades de siempre. A nivel nacional, el Gobierno de entonces seguía intentando acabar con el terrorismo, el paro y la inseguridad ciudadana. Lo de siempre.

Hoy las cosas han cambiado y también me sorprende dónde están las cosas. No me refiero sólo a que usted puede entrar a un banco y se encuentre con una tienda de campaña con todos sus complementos; me refiero a todo en general: ¿qué hace un coche aparcado junto al mar?, ¿qué hace un nacionalista decidiendo los destinos de España? ¿Y un progresista patriótico?, ¿y un africano saltando vayas de espino?... las cosas no están, ni como debieran estar ni, definitivamente, donde debieran estar.

*Psicólogo social