WLwa ley antitabaco entra en su cuenta atrás con la prohibición de promocionarlo con publicidad, salvo la relacionada con los deportes de motor. En los próximos días, los hoteles deberán reservar un máximo del 30% de sus habitaciones a los fumadores, los restaurantes de más de 100 metros cuadrados podrán dar el mismo destino al 30% de sus plazas y los más pequeños elegirán --y anunciarán públicamente-- si optan por ser locales con o sin tabaco. Un sondeo revela que sólo un 10% de estos últimos serán sin humo. Es la situación de salida, pero si existe más demanda de los no fumadores, ese porcentaje aumentará.

La realidad en el mundo de la restauración será muy distinta de la que se configurará en los demás centros de trabajo. En bares y restaurantes, quien quiera podrá ver protegido su derecho a no respirar humo ajeno, y quien desee fumar tendrá recintos en los que podrá hacerlo. Adaptar los establecimientos a esa doble posibilidad comportará gastos, pero debe primar el derecho a la salud. En cambio, en las demás empresas desaparecerán hasta las salas de fumadores. No se entiende que haya una solución razonable en un caso y que no la haya para los demás.