El anuncio de Marcelina Elviro de convertirse en concejala no adscrita vuelve a abrir una importante brecha en el Partido Socialista de Cáceres que, en realidad, nunca ha llegado a cerrarse. El enfrentamiento manifiesto, especialmente de Elviro y Carmen Heras con el portavoz municipal Vicente Valle , parece insalvable. La dirección provincial, por el bien del partido, debería haber limado tanta aspereza mucho antes.