Me bajé del coche, la vista era impresionante, tenía delante de mí un horizonte eterno, el sol brillaba con intensidad, tanto, que me costaba abrir los ojos con plena normalidad; ahí estaba, en Las Hurdes, disfrutando de ese instante para tomar perspectiva. Había ido hasta allí para aprender, para escuchar sobre de uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos, el de tener nuestra tierra llena de vida, de gente. Tras ese instante en el que tomé tierra (y cielo), me dirigí al Foro Demográfico de Extremadura, había representantes de toda Extremadura, no importaban los kilómetros, el reto nos había marcado el camino. El reto puede resultar complejo, sí, lo es sin ninguna duda, pero esa sala, esas caras reflejaban algo que es fundamental: querer luchar por él, no había desánimo, había fuerza, había búsqueda de opciones. La semana pasada precisamente quise hablar de este mismo tema y de esa misma actitud, allí la había.

Fernando Blanco, en una magistral exposición, nos daba los datos: la tasa de fecundidad de casi todos los países europeos y otros desarrollados se encuentran por debajo de la necesaria para garantizar el relevo general y concluía «durante las últimas décadas esta evolución, lenta pero continua, ha ido minando nuestra estructura, pero no ha formado parte del debate público. Solo ahora, tras la pérdida poblacional sufrida durante los años de crisis, se han abierto los ojos de la sociedad ante este problema. Que la preocupación haya salido de los despachos de los demógrafos y alcanzado al conjunto de la sociedad es el primer paso para, trabajando de forma conjunta y sin dejarse llevar por los titulares, poder afrontarla con garantías». Ese foro representaba eso exactamente, la honda preocupación, el análisis desde diferentes lugares y visiones, como la expuesta el alcalde de Caminomorisco, Gervasio Martín, enumeró las muchas trabas a las que el mundo rural se enfrenta pero a la vez propuso alternativas, soluciones, incentivos.

Extremadura no presenta datos peores que en otras regiones, todo lo contrario, Blanco desmontó con cifras muchos de esos bulos que circulan por las calle «no solo somos la comunidad autónoma que menos jóvenes pierde en los últimos 10 años de entre las comunidades autónomas del Fredd, sino que incluso caemos algo menos que la media nacional (caída de 19,65% frente al 20,20% nacional)», tampoco presenta peores datos que en otros países, lo que sí presenta es la voluntad de querer seguir viviendo, existiendo, presenta ciudadanos y ciudadanos con muchas ganas de querer construir sus proyectos de vida en esta casa llamada Extremadura. El problema es global, sí, pero aquí en particular tenemos fuerza y recursos para seguir progresando, las leyes presentadas y aprobadas en esta legislatura (hablo por ejemplo de la LOTUS o hacer una administración más ágil) han marcado el camino. Caminomorisco, su luz y el entusiasmo que allí estaba presente, lo dejaba patente.