La presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas Baamonde , de 58 años, vive días de zozobra a pesar de que primero el Tribunal Supremo y ayer el Constitucional evitaran una censura oficial después de que mantuviera una conversación con una mujer a la que se le había quitado la custodia de su hija y que ahora está detenida como responsable de la muerte de su marido. Casas, que llamó a esa mujer porque una amiga se lo pidió, le dijo que si su caso llegaba al Constitucional que la llamara.

La presidenta del TC no es nueva en eso de estar en el centro de la polémica y salir indemne puesto que hace dos años fue recusada por el PP por entender que podía ser parcial en el recurso que ese partido presentó contra el Estatuto de Cataluña, ya que su marido hizo un informe favorable al mismo. El recurso no prosperó.