Se abre este verano con una de los episodios machistas que más deberían escandalizar, pero su protagonista está diluyéndolo entre otros escándalos añejos regios nada nuevos ni desconocidos ni edificantes pero muy oportunos. También le ha venido al pelo el reciente fracaso de la diplomacia española en Europa que ni es nuevo ni se debe a que haya un gobierno socialista, pues Luis de Guindos fracasó igualmente con la aquiescencia popular, ni se debe a que Calviño sea mujer, que ahí tienen ustedes a la flamante Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.

Nadia no ha ganado por lo que sea, que las intrigas europeas nadie las conoce, y me parece mal culpar a Sánchez, aunque sea factible que no emocione a ciertos países a los que cierta prensa manipuladora ha calificado de halcones, que es un pájaro que siempre ha tenido poco prestigio, el espectáculo de un gobierno titubeante con un vicepresidente y varios ministros declaradamente comunistas.

No es machista como ha insinuado Calviño, ni antidemocrático como ha insinuado Iglesias que la española no presida el Eurogrupo. Lo que es machista y nada democrático es que a un presidente de un grupo editorial le llegue una tarjeta de teléfono y en lugar de avisar a su propietaria, avise a su jefe. Lo que es machista en grado sumo, además de que podría tener otros calificativos de tipo penal es que su jefe se la quede. Más machista aún es que la tarjeta contenga instrucciones para azotar a otra mujer. Y el colmo es que, obligado a dar explicaciones, diga el tipo que quería proteger a la chica porque ella era muy joven y ¡menudo marrón!

Que luego le haya puesto a ella un periódico y que siga el hombre hablando de cloacas y amenazando con comisiones de investigación hasta al Tato no impide, más bien al contrario, el tufo insufrible a machismo reconcentrado. Y debería asquear también a aquellos que votan a alguien que en nombre del feminismo cambió Unidos por Unidas y forzó la creación de un ministerio mal llamado de igualdad donde colocó a su mujer. Es machismo y además es hipócrita. H*Profesora.