Amelia García Jiménez

Cáceres

TRAS EL ACCIDENTE DE SU HIJO EN LA MONTAÑA

Soy la madre del chico de 14 años que se precipitó al vacío en el Santuario de la Montaña en julio. Afortunadamente salvó su vida y se encuentra bien, con algunas lesiones mínimas. Quiero expresar desde aquí mi agradecimiento a Javier Gómez, policía local que, estando fuera de servicio, acudió a la llamada de auxilio de mi hijo. Samuel Antonio Bravo Barraza, pendiente de mí y de mi familia.

Esos dos desconocidos a los que he intentado localizar con la ayuda de José Luis Díaz Romero, aunque sin éxito. Gracias también a Arlette Macarena Silva Ortiz y sus hijos, que fueron un gran apoyo. Y, por supuesto, a la policía local, a los servicios sanitarios del 112 y a los bomberos; al servicio de taxis adaptados, personal de Urgencias y de planta de Traumatología del Hospital Universitario; y a quienes nos han prestado su apoyo tras el accidente. Aquel día mi hijo visitaba el Santuario por primera vez y tenía mucha ilusión por sacar fotografías desde allí. Al terminar, nos acercamos al mirador y, justo al lado, se produjo la caída. Aunque él quiere olvidarla y centrarse solo en su recuperación, yo quiero aclarar que es un chaval responsable y que ha sido un accidente motivado por la falta de luz y de señalización, no una imprudencia. Mi hijo volvió a nacer ese día y doy gracias por ello. Ojalá nadie más tenga que pasar por esto.