Opinión para todos los gustos y disgustos, incluido el tuit viral "no te lo perdonaré jamás, Manuela" de una exdiputada del PP, al comentario de su hija sobre la veracidad del traje de Gaspar . Sin embargo para otros, fue la mejor cabalgata de reyes de la historia. Qué decir del comentario del periodista Alfonso Rojo sobre las reinas magas valencianas: "Parecen prostitutas sacadas de un western, pero son las reinas magas de Valencia". En fin, puestos a opinar, opinemos.

Empecemos por los Reyes Magos. La tradicional cabalgata, que forma parte de nuestro acervo cultural, simboliza realmente la futura aceptación por parte de las tribus con religiones paganas al catolicismo y mago no hace referencia al mago Merlín de Disney , hace referencia a hombre sabio, seguramente zoroastros y, según algunos, astrólogos. Los presentes simbolizaban dones, no regalos. Que conste que no me parece mal adaptarse a tiempos modernos, pero, si embargo, me parece ridículo celebrar una festividad religiosa, intentando separar lo más posible la religión. Si hablamos de coherencia, basta con no celebrar la venida de los Reyes Magos y retrasar Papá Noël, aunque como tiene reminiscencias anglosajonas confundidas por norteamericanas, tampoco sería bienvenida, quizas la próxima vez que traiga los regalos King Africa , a ritmo de Boomba.

Sinceramente, lo de menos son los camellos o las gradas VIP o la indumentaria a lo Agatha Ruiz de la Prada de los Reyes madrileños, que a no ser por la corona, parecerían los bufones de Howard, el colegio de Harry Potter . Lo realmente chocante es querer celebrar una tradición, huyendo de la tradición. Bajo mi punto de vista, simplemente un ejercicio de hipocresía.

Y sobre las Reinas Magas Valencianas, aclarar que la "cabalgata" no fue en sustitución de los Reyes Magos, si no anterior y en honor al célebre grito francés de Libertad, Igualdad y Fraternidad, por eso tres y porque al parecer algún iluminado celebró algo así cuando la segunda república española.

Con todos mis respetos, creo que confundir a los niños celebrándolo parejo a los Reyes Magos como signo político de cambio es un uso retorcido de las ilusiones. Ni tanto ni tan calvo, o se hace o no se hace, pero tonterías... hombre...