Irán ha resucitado el fantasma del conflicto armado que mantuvo con Irak en la década de los ochenta al ocupar tropas iraníes un pozo dentro del territorio iraquí. A pesar de que ayer anunciaron su retirada del pozo petrolero, lo que menos necesita la región, la más inestable del planeta, es que el gobierno iraní de Mahmud Ahmadineyad abra nuevos conflictos.