La 14 conferencia de la Convención de la ONU para el Cambio Climático confirmó que quienes tienen medios para hacer frente al problema siguen desoyendo las advertencias de la comunidad científica. Los delegados de los 189 países presentes en Poznan han reiterado sin excepción sus deseos de combatir el calentamiento, pero han sido incapaces de poner en marcha medidas efectivas que frenen el proceso o, como ahora ya se discute, medidas de protección que puedan mitigar los peores efectos. Al menos, como declararon varios delegados, la crisis financiera no ha supuesto un retroceso: nos encontramos prácticamente igual que hace un año en Bali.

Todo ha quedado supeditado a lo que se consiga en tres reuniones preparatorias y, finalmente, en una conferencia internacional que se celebrará en Copenhague en diciembre del 2009. De allí tiene que surgir el tratado que sustituya al protocolo de Kioto para el periodo 2012-2020. Si no se actúa con valentía y de forma rápida, quizá ya no podamos evitar lo peor, insisten los científicos.

Es cierto que la cita de Poznan no fue convocada para adoptar grandes acuerdos, como una reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero o la creación de mecanismos de transferencia de tecnología, pero es descorazonador que el único progreso importante sea a todas luces escaso.