Las amistades de los dirigentes socialistas extremeños han vuelto a provocar que el nombre de nuestra región se asocie a malversadores de fondos y turbios asuntos relacionados con lo más profundo de las cloacas del Estado. Esto no es positivo para Extremadura y la sombra de cualquier desconfianza que afecte el buen nombre de la región, y de sus instituciones, debe salvaguardarse siempre, al margen de los nombres o las personas.

El lunes desayunábamos con una noticia en la que se vinculaba a un condenado, como Rafael Vera , con una presunta trama oscura en los días posteriores al 11-M, trama ubicada en Extremadura y con el presidente de la Junta como actor secundario.

La gravedad de estas afirmaciones hacía necesaria una aclaración inmediata y contundente por parte de Rodríguez Ibarra , como solicitó responsablemente el presidente de los populares extremeños, para acabar con cualquier género de duda entre los ciudadanos. De no hacerse, Floriano exigiría su dimisión, como no podría ser de otra forma ante la gravedad de los hechos.

Finalmente, el dirigente socialista atendió a esta petición y afirmó públicamente, con su habitual teatralidad y estrambote, que desde la Administración extremeña no se habían facilitado medios públicos para que Vera realizara sus gestiones en paralelo a los trabajos del Gobierno en los días del 11-M.

En todo este asunto la principal cuestión es salvaguardar el buen nombre de las instituciones. No nos encontramos en el ámbito privado de un ciudadano, llámese Ibarra o Floriano, sino en el de representantes públicos. Nos guste o no, los políticos tenemos que mantener un plus de transparencia y buenas formas que no tienen otros ciudadanos, por lo que toda explicación pública siempre va en aras de la transparencia.

XPERO NOx han quedado aquí las cosas. Los socialistas extremeños han salido en tropel (no sabemos a qué atenderá ese nerviosismo) atacando al presidente de los populares en su impecable labor de defensa de las instituciones extremeñas. Lo más sorprendente es que instaban a Floriano a que hubiera pedido explicaciones, por teléfono, a Rodríguez Ibarra.

¿En qué región nos encontramos en la que el Gobierno regional prefiere dar cuentas en un despacho en vez de ofrecerlas a toda la opinión pública ante la alarma generada? No hace falta oscurantismo sino luz y taquígrafos cuando se está hablando de las instituciones.

Si tan ofendidos se encuentran los dirigentes socialistas y si consideran que existe falsedad en la noticia publicada por El Mundo lo que deberían hacer, sin ningún género de dudas, es ir al juzgado de guardia y no montar un circo mediático sin acciones concretas. Por cierto, qué suerte tienen algunos extremeños que son recibidos en menos de un día por el fiscal general del Estado.

Todavía quedan dudas que deben aclararse para limpiar cualquier interrogante que manche a nuestra región, ya que no se ha aclarado que Vera no estuviera en lugares al margen de la administración, ya sean balnearios, fincas, o cualquier otro sitio, realizando sus tejemanejes. Al final todo va al mismo sitio, no son buenas las malas compañías.

*Secretario general del PP de Extremadura