WUwn estudio de la Dirección General de Tráfico (DGT) sobre los hábitos de los conductores españoles y publicado el pasado lunes por este periódico saca tarjeta roja a los extremeños puesto que, según sus conclusiones, se encuentran entre los menos observadores de las normas de tráfico de nuestro país: escaso respeto a los límites de velocidad que marcan las señales; demasiada frecuencia en compaginar la conducción con la conversación a través del teléfono móvil; ´olvido´ del cinturón de seguridad y del uso del casco cuando se va en moto...incluso un 3% admite en dicha encuesta haber conducido bajo los efectos de las drogas. No son conclusiones como para echarlas en el olvido puesto que el año pasado murieron en las carreteras españolas 3.329 personas, una cifra, que aunque mejora las registradas en los últimos 30 años, es más propia de una gran catástrofe natural y ciega que, en buena parte, causada por la conducta negligente de los conductores. La seguridad vial se está convirtiendo en un factor cada vez más ligado a la educación --educación sin adjetivos--, de manera que la inobservancia de las normas de tráfico habrá que empezar a ligarla a un cierto modo de analfabetismo, además de a la conducta incívica. Quizás el carnet por puntos haga entrar en razón a los díscolos.