Solo existe una interpretación posible de los resultados electorales del 21-D si lo que se pretende es buscar una solución real al conflicto institucional entre la Generalitat y el Gobierno estatal. Que Ciudadanos haya sido el partido más votado o que la mayoría absoluta independentista se mantenga deberían ser dos hechos de menor importancia. Lo que los resultados nos arrojan es una sociedad altamente plural. El partido más votado ha obtenido el 25% de los votos. Esto significa que el 75% del electorado no les ha dado su voto. Los independentistas tienen la mayoría de escaños, pero no representan a la mayoría de los votantes. Esto debería hacer que las decisiones que tome el nuevo Govern deben entender esta pluralidad. Si un mandato ha salido de las urnas es el mandato del diálogo, de la no imposición de unos sobre otros.