El jefe superior de policía de Extremadura, Angel Galán, y el segundo jefe, Félix José Alvarez, se encontraban ayer en el lugar inadecuado: a las puertas de la Jefatura en Badajoz durante la concentración convocada por los sindicatos SUP y UFP para exigir mejoras laborales. Ni Galán ni Alvarez participaban en la concentración, pero sí tuvieron un comportamiento que, con independencia de su verdadera naturaleza, es criticable. Porque no pinta nada el primer responsable policial de Extremadura dando golpes o golpecitos en la espalda de un representante sindical mientras éste se dirige, megáfono en mano, a los concentrados. Y tampoco pinta nada su segundo haciendo fotos. ¿Qué es coacción? Puede que sí y puede que no, pero siendo esto importante lo es también que no había ninguna necesidad de crear polémica, y ambos mandos la han creado. Uno puede estar en desacuerdo con una exigencia sindical, política, etc., pero su derecho a expresarla en paz es innegable. No haría falta decírselo a la policía.