WNwada ilustra mejor la encanallada crispación política española que la artera apropiación que el PP hace de la denuncia que Miguel de Unamuno lanzó al sublevado franquista José Millán Astray . El venceréis pero no convenceréis con que el rector acusó a los golpistas nacionales en 1936 de que no persuadirían a nadie porque les faltaban la razón y el derecho volvió a ser esgrimido por el PP en sentido contrario al que fue expresado: para boicotear la democrática y legal restitución de los papeles de Salamanca arrebatados por las tropas franquistas en Cataluña. La actitud numantina del Partido Popular en defensa de la unidad del Archivo de Salamanca no hace justicia al pasado ni beneficia al propio PP ni a la capital salmantina. Tampoco tiene ya el éxito de las primeras concentraciones, pues la del pasado día 3 no logró reunir ni a mil salmantinos. Pero el empeño en reescribir la historia cuestionando si conviene la figura de un intelectual como Unamuno es muy inquietante: no sólo por lo que tiene de manipulación e insulto a la inteligencia, sino porque la representación política de la derecha española sigue sin condenar explícitamente la dictadura y la guerra civil y azuza el odio entre españoles y antiespañoles.