Quiero denunciar lo que para mí es una negligencia médica ocurrida en el hospital San Pedro de Alcántara y que le ha costado la vida a mi marido. Ingresó el miércoles, 18 de agosto, con molestias en el ano. Después de varias exploraciones nos dijeron que era una absceso perianal que no tenía importancia pero que había que intervenir. Así se hizo, con anestesia epidural. Todo salió bien y según el cirujano en dos días estaríamos en casa. Pero no fue así. Al ver que las molestias no cesaban decidieron llevarle de nuevo al quirófano. En esta segunda ocasión fue otro cirujano el que lo intervino, que nos dijo que en la primera intervención tenían que haber profundizado más porque existía otro foco de pus que no habían visto, pero que ya estaba resuelto. La herida mejoraba y creíamos que era cuestión de días el darle al alta. El 28 de agosto, sobre las 12,30 de la noche me marcho a dormir a casa. Lo dejo en manos de la enfermera, que me dice que está bien de tensión, de temperatura y la herida evoluciona favorablemente, pero a las 8 de la mañana siguiente me llaman diciéndome que ha fallecido. Hablo con la enfermera del turno de noche y se extraña de ese desenlace, porque a las 5 de la mañana mi marido le había llamado para preguntarle la hora y a las 6,30 pasó a verle y estaba tranquilo y durmiendo perfectamente. ¿Qué pudo pasar? ¿De quién fue el fallo? Hasta el médico de cabecera me dijo que de esto no se muere nadie. En el certificado de defunción ponen, como siempre, que fue por una parada cardio-respiratoria. Pido un poco de respeto y más humanidad para el fallecido y para los familiares, que estamos sufriendo injustamente.

Carmen Gutiérrez Palo **

Cáceres