No es solo un rumor que las personas mayores son las más afectadas en esta crisis sanitaria. España pidió a nuestros abuelos que se quedaran en casa para evitar la propagación del temible virus covid-19, pero también debían permanecer en sus domicilios en caso de presentar síntomas para no saturar al personal sanitario. ¿Son acaso ciudadanos de tercera? Los mayores de nuestro país han pagado los impuestos a base de trabajar durante años, a cambio de la promesa, entre muchas otras, de obtener una sanidad pública que les atendiera frente a cualquier emergencia, pero la realidad ha sido completamente distinta. La priorización de los pacientes según la edad que tengan no es solo la hipocresía de una promesa rota. La escasez de recursos en los hospitales parece la perfecta justificación de la priorización de acceso a los mismos, pero no olvidemos que estos recursos que hoy se niegan a nuestros abuelos han sido pagados con sus impuestos durante años. ¿Dónde quedan los valores éticos y morales en una pandemia global?

economía

Pacto de reconstrucción

Miguel Fernández-Palacios Gordon Márquez

Madrid

En 4.000 millones de años, nuestra galaxia la Vía Láctea y su vecina Andrómeda, colisionarán. En contra de lo que pueda imaginarse, y debido a las formidables distancias siderales, no habrá una caótica devastación de planetas, sino una hermosa fusión de dos conglomerados celestes en un elegante vals cósmico.

¿Cómo es posible? Bueno, supongamos que nuestro sol, con un diámetro de 1.400.000 km, fuera una canica normal de 1,59 cm de diámetro.

En esta escala, la estrella más cercana a nosotros, Próxima Centauri, una enana roja que se encuentra a 4,2 años/luz de distancia, pasaría a ser un pequeño perdigón situado a 456 kilómetros.

Así resulta improbable la colisión de sistemas estelares. En aquel remoto futuro los singulares habitantes de esos mundos podrán gozar relajadamente de unas noches espectaculares.

Tan bello y similar vals, debería bailar la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica. Una danza sin destrucción, sin choques, que aporte y fusione ideas para dejar atrás la crisis y encarar el porvenir con optimismo mediante la firma de un gran pacto de recuperación; un baile que entremezcle opiniones de unos y otros para sacar adelante a este país y sus gentes.

Y si por fin, durante la coreografía, la derecha decide abandonar la bronca y acogerse a la razón y al debate no poniendo más zancadillas, nosotros los mortales, al igual que esos pobladores del futuro lejano, asistiremos extasiados a la exhibición de la política bien entendida. Sería un espectáculo muy gratificante.

Pandemia

Soluciones, no peleas

Coloma Farràs

Vic

Señores políticos, sean del color y del partido que sean: ¿no creen que ya es hora de dejar de pelearse, criticarse e insultarse como criaturas mal educadas y de ponerse a trabajar todos juntos para todos los ciudadanos, que son los que han hecho posible que ustedes estén donde están hoy? Es muy triste y lamentable para la población que, además de sufrir esta grave pandemia y ayudar con nuestro esfuerzo a vencer la maldita enfermedad, tengamos que ver cómo día sí y día también ustedes son incapaces de ponerse de acuerdo en la manera de afrontar lo que está pasando y lo que vendrá después. Los ciudadanos nos merecemos unos políticos que piensen cómo solucionar nuestros problemas, en lugar de pensar solo en su propio color y partido. Estamos hasta las narices de las peleas diarias y necesitamos soluciones de una vez por todas.