TUtna nueva confrontación de grupos en la calle nos devuelve al tema de las bandas juveniles. Que la última pelea que ha saltado a la actualidad haya sido entre los denominados latins y ñetas parece añadir al problema el componente étnico. La secuencia de la bronca juvenil sugiere que hemos importado costumbres yanquis. ¿Estamos ante un hecho más o hay que comenzar a ocuparse debidamente del tema?

Me inclino por lo último. Los ingredientes en todos los casos son claros: las nuevas formas jóvenes de afirmarse en la calle, los estilos juveniles de quienes no encuentran un lugar entre los jóvenes de aquí, el mimetismo de comportamientos en una sociedad globalizada.

Además, madres solas, familias con dificultades para educar a sus hijos entre dos mundos, adolescentes fuera de las instituciones educativas...

*Psicólogo