Los empresarios le piden al Gobierno que legisle abaratando el despido porque, aseguran, así se crearía más empleo. La respuesta del presidente Zapatero no se ha hecho esperar: su gobierno no facilitará el despido barato.

En nuestro país hace años que el despido es libre, y yo diría que además barato. Tanto los gobiernos socialistas como los del Partido Popular han ido legislando rebajando algunos derechos de los trabajadores, entre ellos la posibilidad de que a un trabajador se le despida, éste puede recurrir a Magistratura, en este Tribunal dar la razón al trabajador, pero también la posibilidad a la empresa de que mantenga el despido, eso sí, con una indemnización. Pero al final el resultado es que el trabajador se encuentra en la calle.

En cuanto a los costes del despido, depende en cada caso. Hay quien es despedido recibiendo cuarenta y cinco días por año trabajado y quienes solo perciben veinte días por año trabajado. O en otros casos la empresas recurren a los famosos ERES en que al final es el Estado quien se hace cargo de la mayor parte del dinero que recibe el trabajador.

Precisamente en estos momentos son muchas las empresas que acuden al ERE.

Es dudoso de que abaratar el despido sirva para crear puestos de trabajo, sobre todo en una situación de crisis como la que estamos viviendo donde todos los días se producen despidos. El empresario que se encuentra ahogado por la crisis, que no puede seguir manteniendo el mismo número de trabajadores porque, pongamos un ejemplo, se han reducido las ventas o beneficios de su negocio, difícilmente va a contratar nuevos trabajadores.

Rebajar aún más el coste del despido supondría dejar a la intemperie a muchos trabajadores. Hace bien el Gobierno en no permitirlo.