TCtomo Fernando Morán en su época, Botella ha devenido en el capacillo de las burlas, y es objeto de innúmeros chistes mejores y peores, aunque a mí me entra con todos la risa floja. Hacer futuribles es juego vano. Aventuremos la hipótesis de que, de haberse alzado Madrid con los Juegos 2020, la que es hoy objeto de befa, mofa y escarnio estaría sacralizada como icono del casticismo más fetén, al modo de los simpáticos Mario Vaquerizo y la divertida Alaska .

Mas al no producirse tan jubiloso evento, Ana de España ha caído en desgracia. Y por ahí anda anunciando rebajas de impuestos. Como Aguirre , a la que en otro tiempo atribuyeron un indemostrable "Sara Mago ", clama demandando la catalanización de España toda. Es de suponer que a ambas les aconsejan sus expertos de confianza: El desconocido asesor inventor del "relaxing cup", cuando el café de siempre ha sido "stressing", a una. El ignoto consejero que le hace discrepar por costumbre del PP, a la otra. Que Monago a su lado es aprendiz.

También el Ministro Wert tendrá expertos. Que no han impedido que sea, no solo capacillo de burlas sino compañía de alto riesgo. Por evitar incidentes, el rector de la universidad de Zaragoza ha suspendido la solemne apertura de Curso. Que otra pitada más al príncipe por acompañar al miembro menos valorado del Gobierno, no se la merece. Y es que uno de los lamentos más repetidos en su contra es el bajísimo nivel de las universidades españolas.

Porque aquí se recorta en investigación y desarrollo y los científicos están que trinan. Se me ocurre que hay que tener humildad y que España es país modesto. No como EEUU, al que sobran laboratorios, mecenas y medios para indagar sobre mil particularidades. Una de ellas, de enorme trascendencia sin duda, es la desarrollada en la Universidad Emory cuyo puesto en el ranking de las mejores ignoro. Según sus expertos, los hombres con los testículos más pequeños cuidan más a sus hijos. Mi ignorancia sobre los costes de medición e investigación es infinita. Pero con seguridad dicho estudio les habrá costado un huevo. Con perdón.