WEwn Extremadura sube el paro --los últimos datos de la Encuesta de Población Activa son lacerantes para la región: aquí subió en 1.800 personas durante el tercer trimestre, mientras que en el conjunto del país descendió en casi 180.000, situándose por debajo de la media europea y en el menor número de desempleados desde 1979--. Pero en la región, y sin que suponga un contrasentido, también sube el empleo: cada vez hay más ocupados, a razón de 10.000 nuevos por año. Y también cada vez hay más siniestralidad laboral (según UGT un 7% más que el año pasado; según la Junta un 3,7% y, en cualquier caso, en la región ha habido este año 31 accidentes mortales, frente a los 22 de todo el año 2004). En este escenario lo lógico sería que también aumentaran los efectivos para controlar que las empresas cumplen con la legislación vigente en materia de seguridad en el trabajo, pero no es así: el número de inspectores de Trabajo en nuestra región permanece invariable desde el 2003: 15, a razón de 6 en la provincia de Cáceres y 9 en la de Badajoz. Los sindicatos tienen motivos de queja y las ilustran con que a veces pasan dos meses desde que se interpone una denuncia contra una empresa y se gira visita para inspeccionarla, cuando ya es inútil y los incumplimientos quedan sin sanción.