Los estudios sobre la obesidad y el sobrepeso en la población de nuestro país siempre traen malas noticias para Extremadura: somos una de las regiones con mayor porcentaje de personas a las que les sobran algunos, o muchos, kilos. La información cambia de fuente, de tiempo, de enfoque, pero su contenido no varía y, además, la diferencia con respecto a la media nacional va agrandándose.

El problema es de los serios, porque la obesidad deviene en diabetes, una de las epidemias de la sociedad desarrollada occidental, y porque el porvenir no prevé un panorama mejor. De hecho, también entre la población infantil extremeña --el futuro-- hay más obesos que en el conjunto nacional.

El doctor José Enrique Campillo, profesor de la Uex y una de las autoridades en la materia, señala que hay una correlación entre quienes tuvieron bajo peso al nacer y los que ahora sufren los kilos de más, pero también apunta a que la causa principal del sobrepeso es la falta de ejercicio. Este segundo aspecto es el más preocupante. El primero es coyuntural y obedece a condiciones involuntarias determinadas, pero la falta de ejercicio es una tendencia que se puede corregir. Y más en una zona tan intensamente ruralizada como Extremadura, donde los niños tienen más posibilidades de jugar en ambientes abiertos que en las zonas más densamente pobladas.