WEwl Gobierno que preside Rodríguez Zapatero aprobará hoy el primer plan serio, moderno y progresista que se hace en España para ordenar el sector audiovisual y adecuarlo a todas las posibilidades tecnológicas. La Reforma del Sector Audiovisual, elaborada bajo la dirección del ministro de Industria, José Montilla , relevará a la actual legislación --dispersa y desfasada-- sobre esta materia, y encara dos cuestiones aplazadas hasta ahora por cobardía política: replantear la situación insostenible de RTVE y ampliar la oferta --y con ello, la pluralidad-- de televisiones privadas gratuitas de alcance estatal.

Oiremos mucho ruido opositor. Existen grandes intereses políticos y económicos en juego. En lo primero, porque se propone un marco general del sector público que recortará la posibilidad de que los gobiernos teledirijan los contenidos de TVE. En lo segundo, porque las actuales teles privadas, ahora con récord de beneficios y mucho paralelismo en su programación, en lo bueno y en lo malo, para cubrirse mútuamente las espaldas frente a las quejas de los teleespectadores, no quieren tener nuevos competidores.

Rechazan tanto que Canal Plus pase a emitir gratis y en abierto, como que el Gobierno autorice un nuevo canal estatal privado. Sus intereses particulares son comprensibles, pero debe prevalecer el interés colectivo por una mayor oferta y pluralidad, como lo plantea el Gobierno.

El plan tiene otros aspectos interesantes. A destacar que tendremos, a escala española, un Consejo de Medios Audiovisuales que regulará el sector profesionalmente, asumiendo funciones que hasta ahora se reservaban los Gobiernos de turno (concursos para las licencias, hacer cumplir la normativa europeas sobre programación, etc...). Los mandatos de sus miembros no coincidirán con las legislaturas, para sortear en la medida de lo posible los vaivenes que se producen ahora tras cada alternancia.

Se confirma el adelanto del apagón analógico, que será en el 2010 y no en el 2012. Existirá, asimismo, un nuevo esquema de financiación mixta para los medios públicos, así como nuevos mecanismos de control interno y externo de la gestión en RTVE.

El respeto al modelo autonómico y a la pluralidad cultural también se concreta en medidas específicas para nuestro futuro audiovisual. Entre otras cosas, existirá la obligación de ofrecer versiones dobladas o subtituladas, en las comunidades que tengan lengua propia, en una parte de las programaciones de todas las teles de alcance estatal.

Como señalábamos al principio, la modernidad y un mayor grado de pluralidad van a llegar, por fin, a los medios audiovisuales de alcance estatal.