No querías caldo, pues toma siete tazas . Algo así deben estar pensando los alumnos matriculados en centros extremeños, tras leer en la portada y las primeras páginas de la edición del lunes 18 de junio de el Periódico Extremadura, que la Consejería de Educación ha optado por aumentar las horas de la asignatura de Matemáticas, tanto en Primaria como en Secundaria, como si fuera escaso el tiempo que tenía asignado hasta ahora. ¿Se han parado a pensar en las horas que nuestros alumnos dedican a las Matemáticas desde el primer curso de Primaria al último de Secundaria? Les aseguro que un buen puñado de ellas si, además, a las horas lectivas empleadas en esta asignatura, sumamos las que los estudiantes tienen que dedicarle en sus casas haciendo deberes. Al menos, eso me parece a mí.

Desde mi punto de vista, ésta no es más que una medida, como otras muchas, que trata, erróneamente, de resolver problemas cualitativos aportando únicamente soluciones cuantitativas, en base a simples números: que la educación está mal, pues un par de horas semanales más de Matemáticas y solucionado el problema . Nuestro mundo es mucho más que Matemáticas y, aunque esta asignatura se plantea como básica e instrumental en la formación de nuestros alumnos --siempre se ha dicho que lo es-- algunos pensamos que no lo es tanto. Sé que no estoy solo cuando digo que, en nuestro sistema educativo, el peso de esta disciplina es excesivo y que se trata de una asignatura sobrevalorada.

Concluyo diciendo que, con este incremento de horas en Matemáticas, los muchachos, más que aumentar su competencia en esta disciplina, lo van a hacer en el hastío y la desgana hacia ella. Desde luego, prefiero el sistema aragonés, del que también se habla en el citado artículo de el Periódico, que oferta menor número de horas para el trabajo de las Matemáticas.

Sebastián Díaz Iglesias **

Cáceres