A san Fernando se le ha aliado una beata extremeña: la madre Matilde Téllez, beatificada el domingo por Juan Pablo II . Ambos compartirán el 30 de mayo como día en que los católicos les homenajearán. Si bien san Fernando tiene una relación directa con la capital cacereña, ya que la feria lleva su nombre, ahora la primera extremeña en subir a los altares será agasajada en muchos puntos de la geografía regional, pues no en balde su apostolado partió de Robledillo de la Vera pero impregnó a ciudadanos de otras muchas comarcas extremeñas.

Y hablando de buenas acciones, hace pocos días los españoles demostramos nuestra solidaridad con las víctimas del atentado terrorista y con sus familias. Pero a esa gran solidaridad hay que unir esas otras muestras cotidianas más pequeñas , pero no por ello menos importantes. Un claro ejemplo lo tenemos en cómo alumnos, padres y profesores del colegio cacereño del Vivero se han volcado en ayudar a Jonás , uno niño de seis años que ha perdido su casa en un incendio. Le inundan de ropa y comestibles para que él y su familia puedan salir adelante en tan delicado momento. Estas pequeñas dosis de solidaridad son importantes para conseguir una generación más humana.