XHxoy día 12 de mayo se celebra en todo el mundo el Día Internacional de Enfermería. Un día para conmemorar el trabajo y la atención enfermera en todo el mundo. Un día en que las enfermeras y enfermeros se unen para recordar que es posible un mundo más seguro y saludable si se trabaja a favor de lo que cada año se elige como tema prioritario del trabajo enfermero. Este año los enfermeros del mundo han querido llamar la atención sobre la necesidad de contar con mayor seguridad en el uso y consumo de medicamentos. Un asunto de gran importancia y trascendencia tanto por el importante coste que tienen que soportar los sistemas de salud de los países desarrollados en la factura de medicamentos, como por la dificultad de los países del tercer mundo para acceder a los medicamentos esenciales para combatir las enfermedades. También, porque es preciso garantizar a unos y otros la seguridad de un producto que se ha vuelto un bien de consumo que es preciso evitar que produzca daños en muchos casos irreversibles. Un medicamento falsificado, según la OMS es el que está "Deliberada, fraudulenta y equivocadamente etiquetado en relación con su identidad o su origen". Y Pueden tener ingrediente activo excesivo, demasiado escaso nulo, ingredientes inadecuados o elevados niveles de impureza, contaminantes e incluso sustancias tóxicas.

En este día, por tanto las enfermeras aprovechan la ocasión para señalar a la atención del público el enorme aumento de los medicamentos falsificados en el mercado mundial. Según estimaciones de la OMS, uno de cada 10 medicamentos, según la USFDA, vendidos en el mundo están falsificados y no tiene absolutamente ningún efecto para lo que pretendidamente debe ser utilizado. En los países en desarrollo, hasta el 25% de los medicamentos utilizados están falsificados o son de calidad inferior. Según ciertas estimaciones, los beneficios mundiales de los medicamentos falsificados ascienden cada año a más de 32.000 millones de dólares.

Los medicamentos falsificados pueden matar. En 1992, murieron 233 niños en Bangladesh después de tomar un jarabe a base de paracetamol coloreado con anticongelante. En 1995, murieron 2.500 niños en Níger después de haber sido vacunados contra la meningitis con vacunas falsificadas. Del millón de muertes que causa el paludismo cada año, podrían evitarse hasta 200.000 si los medicamentos disponibles fueran eficaces y buena calidad y se utilizaran adecuadamente.

La falsificación no solo es costosa para los consumidores, es un sector criminal especialmente porque pone en peligro la vida y el bienestar de las personas, da lugar a la pérdida de la confianza en los profesionales sanitarios y en la calidad de los servicios prestados y en la eficiencia de los medicamentos que cumplen con todos los requisitos de seguridad e indicación terapéutica.

La falsificación no es asunto exclusivo del tercer mundo, es un asunto que está también presente en nuestro medio y afecta a productos de marca y a genéricos, y entre los falsificados puede haber productos con la composición adecuada o con una composición inadecuada, sin ingredientes activos, con ingredientes activos insuficientes, o en envase falsificados.

Los pacientes y los consumidores son las primeras víctimas de los medicamentos falsificados. Para protegerlos de los efectos perniciosos de esos medicamentos, es necesario ofrecerles información y formación adecuadas en cuanto a las consecuencias de tales medicamentos. En tanto que dispensadoras vanguardistas de atención de salud, las enfermeras desempeñan una función esencial de vigilancia contra los medicamentos falsificados y información sobre ellos.

En su campaña para mejorar la seguridad de los pacientes las enfermeras de todo el mundo esperan hacer a las personas más conscientes de la disponibilidad, cada vez mayor, de medicamentos falsificados y de baja calidad, e influir a favor de unos precios equitativos de los medicamentos ya que su elevado coste en los países en desarrollo hacen que sean inasequibles para amplios sectores de la población y aumenta el riesgo de falsificación, además de que impulsa a las personas que no pueden pagar los medicamentos legales a buscar fuentes alternativas. El Consejo Internacional de Enfermería colabora en esta iniciativa con los gobiernos, la industria y las autoridades de reglamentación y anima a las asociaciones nacionales de enfermeras a que hagan otro tanto en cada país.

Las enfermeras como agentes privilegiados de salud en este campo deben mejorar el conocimiento que los pacientes tiene de su tratamiento; dialogar sobre el empleo de los medicamentos y sus contraindicaciones; animar a los pacientes a que les comunique cualquier efecto adversos; estar constantemente atentas a los cambios del estado general de los pacientes a su respuesta al tratamiento y a cualquier señal de toxicidad o sobredosis; y adoptar medidas adecuadas y oportunas.

Las enfermeras, en todos los casos, deben ser valedoras tanto de la adecuada adscripción a los tratamientos, como de un uso racional y eficiente de los medicamentos. Y no pueden ser ajenas a los intereses de algunos por hacer dinero fácil sin reparar en medios. Sabemos que están en juego poderosos intereses pero alzar la voz contra estos intereses forma parte de la esencia misma del ser enfermero.

*Director Escuela Universitariade Enfermería y Terapia Ocupacionalde la Uex