No me cabe la menor duda de que la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha debe hacer todo lo que esté en su mano para afrontar cuanto antes la deuda que mantiene con las farmacias de la región. Hay que pagar ya, sin más dilación, esas facturas que se adeudan, pues son medicinas que los farmacéuticos han dispensado y están en su derecho cuando reclaman.

Pero, he aquí que la deuda de la comunidad es de millones de euros, o sea, una deuda más que importante y, curiosidades de este nuestro país, se mantiene con sólo un grupo de establecimientos más o menos amplio que la hace insoportable para el gremio. Supongo que dado que el negocio de farmacia está, aún en el siglo XXI, limitado; o sea, para entendernos, monopolizado.

Es por ello que, si servidor fuera el máximo responsable de la Comunidad de Castilla la Mancha o su consejero de Salud, diría a los señores boticarios lo siguiente: "Vamos a hacer lo imposible para abonarles ya la deuda de las medicinas. Quizás en unos días o mañana mismo. Pero, para que no vuelva a ocurrir que una deuda tan grande la tengan que soportar solo unos cuantos, vamos a autorizar a todos los Licenciados en Farmacia que lo deseen a instalar este negocio en cualquier población de la comunidad que les convenga --sin ninguna limitación-- y así, llegado el caso, la deuda estará más repartida y, por tanto, será más llevadera y menos lesiva para el gremio; además, se permitirán únicamente la dispensación de genéricos para el Sistema de Salud con el fin de abaratar los costes, y en las cajas figurará el precio de los mismos para que el usuario tenga constancia clara de cuál es su parte a pagar y se queden fuera de juego los especuladores".

¿Sería lo justo o no? ¿Sería un paso en firme para el desarrollo del Estado del bienestar y de la Democracia o no?

Angel Morillo Triviño **

Castuera