El Foro Económico Mundial de Davos empieza hoy en la ciudad Suiza con algunos datos alentadores sobre la mesa contenidos en el informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) y, simultáneamente, con la necesidad ineludible de revisar las carencias y los riesgos a los que debe poner remedio la economía mundial poscrisis: desregulación del mercado de trabajo, aumento de las desigualdades y emergencia climática.

Al mismo tiempo que el FMI incluye entre sus vaticinios para el año 2020 una mayor estabilidad del crecimiento económico, alentado por políticas monetarias ad hoc de los bancos centrales, el acuerdo comercial China-Estados Unidos y la impresión de que el brexit se hará efectivo con alguna forma de acuerdo entre Londres y Bruselas, subraya la ralentización de algunas economías emergentes, la confrontación de Estados Unidos e Irán y un incremento manifiesto y generalizado de las tensiones sociales como posibles amenazas para el crecimiento.

A esto debe añadirse el enfoque que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, piensa dar a las relaciones comerciales con la UE, receloso siempre ante iniciativas europeas como la implantación de una tasa digital internacional.

Para la economía de la zona euro, el Fondo Monetario Internacional pronostica un aumento del crecimiento en el rango del 1,3%, este año, y del 1,4% el próximo, porcentajes por debajo de los previsibles para España, 1,6% en el 2020 y en el 2021, por encima de la media pero inferiores a los cálculos del Gobierno de Pedro Sánchez.

Una previsión a la baja que tiene que ver con un menor dinamismo del consumo interno de nuestro país y con la disminución de las exportaciones a terceros países, pendientes además los actores económicos de la estructura del próximo presupuesto, que pretende ser expansivo, y del anunciado aumento del déficit si la Unión Europea da el visto bueno. Y con la incógnita de saber si Donald Trump hará finalmente efectiva la amenaza de penalizar las compras en los países europeos, entre ellos España, que han otorgado ayudas a Airbus hasta convertir a la compañía aérea en la gran competidora de Boeing, ahora mismo en horas muy bajas.