TAtcercarse a la lectura diaria de los medios de comunicación es aproximarse a un lenguaje derrotista, de cifras catastróficas y de mensajes, algunos de ellos insanos. La sociedad está como está, cada uno de nosotros sufre las consecuencias de esta crisis, casi mesiánica, y desde luego cada vez parece más claro que de esto o salimos todos, o esta sociedad se verá fragmentada por las denominadas diferencias de clases sociales.

XLASx administraciones y sus responsables políticos se enzarzan en debates con los que tratan, de, por un lado, paliar la debacle social; y, por otro, de apuntar nuevas medidas en base a renovadas ideas. Lo que se evidencia que todo ha cambiado, lo que servía hace unos años, ahora ya no sirve. Si nos fijamos en el sector productivo de nuestro país, éste estaba basado en el ladrillo y, de hecho, las gentes siguen invirtiendo en el ladrillo, y a pocos se le ocurre invertir en otros sectores productivos, o en nuevas apuestas económicas, más allá del mantenimiento de un status quo.

XLO CIERTOx y verdad, que en este país se sigue sin definir cuál es el modelo económico más favorecedor para nuestra realidad; esto es, en qué sectores hemos de hacer el esfuerzo para proceder a ese cambio productivo, que genere nuevos tejidos industriales. Porque lo de los emprendedores está bien, pero hay que aspirar a grandes focos industriales, que marquen un tejido industrial de primer orden. Pudiera ser el turismo, las energías renovables, el sector de la industria cultural, etc.

X¿SEx está trabajando en serio en ese Plan de Industrialización 2020 del que tanto se habla, pero qué propuestas hay?, porque esto necesita un desarrollo no sólo industrial, sino empresarial, económico, normativo-legislativo. Y, en frente de todo esto sigue existiendo una financiación tan apegada a mantener estructuras administrativas que todo aquello que se puede financieramente apostar queda lastrado por una estructura de administraciones públicas que sigue mostrándose incapaz para solventar y atender a los nuevos retos. Recuerdo muy reciente una visita a una institución recién creada, y, que a pesar de su novedad, mantenía los mismos vicios de las administraciones de antaño. Horarios desfasados, demasiado papel, y poco uso de nuevas tecnologías, y no siempre el personal con una disposición al servicio público.

XTODASx las políticas que se desprenden de las informaciones, que recogen los medios de comunicación, están centradas en, por un lado, asumir todos los costes de población pasiva, sin contraponer propuestas capaces de hacer frente a lo que el Estado social nos está demandando. No se puede estar tensando la cuerda minusvalorando las políticas pasivas, si en frente no somos capaces de establecer vías de financiación, fortalecidas por políticas activas económicas, que salten y busquen nuevos sectores productivos, de acuerdo a lo que la realidad demanda.

XEL DISCURSOx de los responsables políticos sigue siendo el de corto plazo, no se vislumbra ese cambio productivo, y más con el marco de la globalización de la economía que nos pone a todos en un mercado muy abierto, y la competencia de otros países que ni mucho menos tienen los requerimientos legales, sociales, ambientales o económicos que tenemos en la Unión Europea, creando por la vía de los hechos una competencia desleal clara.

XNUESTROx país tiene que definir qué modelo o modelos productivos deben de potenciarse y actuar en consecuencia; y no debiera haber más demora teniendo en cuenta cómo se destruyen puestos de trabajo, y la emigración a otros países por causas económicas y de empleo.