La Consejería de Sanidad admite que durante las fiestas de Navidad van a faltar alrededor del 20% de los médicos debido a que, a la ya secular escasez de facultativos se une el que muchos de ellos disfrutan de días libres.

Este de la escasez de médicos no es un problema exclusivo de Extremadura y su solución definitiva tampoco está al alcance de la gestión que haga el Gobierno regional. Ello quiere decir que, aunque el PP hace la lógica labor de oposición con este asunto, si gobernara tampoco lo habría podido solucionar, como puede comprobarse en las autonomías en las que la Sanidad está en manos de gobiernos del PP.

En poder de la Junta sí está, sin embargo, tomar medidas para que el problema sea lo menos lesivo para los derechos de los usuarios. Y explicarlas con antelación. Si lo hubiera hecho así se entenderían mejor las manifestaciones de la consejera apelando a que los extremeños hagan un "uso racional" de los servicios sanitarios. Como lo ha hecho al revés, el mensaje que subyace es que los responsables de gestionar el servicio no logran encontrar solución a un problema que afecta a los ciudadanos y la dejan al albur de la gente y su disposición a hacer un impreciso "uso racional" de los servicios.